En invierno, cocido en Castrillo
Figura en la lista de los pueblos más destacados y se suma a la de localidades con mayor atractivo. Castrillo de los Polvazares, corazón de la maragatería, fue declarado en 1980 conjunto histórico-artístico de alto valor monumental.
Sus calles, empedradas y talladas por la historia, dan cobijo a una veintena de restaurantes con marca de la casa, el cocido maragato, un plato que llegó a figurar entre las 20 recetas más importantes a nivel mundial.
Los habitantes de Castrillo fueron tradicionalmente arrieros maragatos. Estos comerciantes traficaban con vinos, pescados, y muchos otros bienes. Las casas, llamadas casas arrieras, están estructuradas en función de esa actividad, existiendo grandes puertas para el paso de carros, patios interiores que son el centro de organización de la casa, cuadras, y algunas grandes bodegas.
Carne, garbanzo, natillas...
Las riadas
El pueblo originalmente se encontraba en una ubicación distinta. Fue destruido por unas riadas, y se reconstruyó en el siglo XVI en su emplazamiento actual.
Los arrieros maragatos gozaron de gran poder e influencia en la zona entre los siglos XVI y XIX. La comarca maragata está situada en un punto estratégico en las comunicaciones del interior de la península y Galicia.
Desde Galicia a León
Los maragatos transportaban al interior salazones de pescado traídos de la costa gallega, y al volver a su tierra cargaban con embutidos y productos de secano. La decadencia de esta profesión comenzó con la llegada del ferrocarril a Astorga en 1866.
Esta población constituyó un municipio independiente hasta 1975, cuando su ayuntamiento decidió su incorporación al Ayuntamiento de Astorga.