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R. Travesí

El 37% de los estudiantes de Castilla y León opta por FP de Grado Medio, frente al 71% que elige Bachillerato

El 37% de los estudiantes de Castilla y León elige FP de Grado Medio frente al 71% que se decanta por Bachillerato.
La Comunidad presenta la quinta mayor tasa de escolarización en Bachillerato del país

¿Bachillerato o FP? Es una de las preguntas más recurrentes entre los estudiantes cuando finalizan la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), una vez que la Formación Profesional ha dejado de tener el lastre de que es una enseñanza destinada a los alumnos que no servían para estudiar. Las cosas han cambiado mucho y ahora es una opción cada vez más elegida por los jóvenes, al ser un tipo de enseñanza con alto valor de desarrollo académico y profesional. De momento, y a pesar del importante incremento de alumnos matriculados en FP en Castilla y León, el Bachillerato continúa como primera elección a la vista de los datos. En concreto, el 37,6 de los estudiantes de la Comunidad entre 16 y 17 años elige un ciclo de FP de Grado Medio frente al 71,1 por ciento que se decanta por Bachillerato. 

La Estadística del Alumnado de Formación Profesional, elaborada por el Ministerio de Educación con datos del curso 2022-2023 y recogida por la Agencia Ical, diferencia entre la tasa bruta de escolarización entre los ciclos formativos de Grado Medio y el Bachillerato y destaca que los índices en la Comunidad son superiores a los de la media de España (37,6 frente a 36,9 por ciento en FP y 71,1 frente a 64,6 por ciento en Bachillerato). No en vano, Castilla y León presenta la quinta mayor tasa de escolarización en Bachillerato del país, solo por detrás de Asturias (75,7), País Vasco (72,6), Madrid (72,3) y Galicia (72 por ciento).

En el caso de la FP de Grado Medio, se sitúa en el sexto puesto más alto, por detrás de Valencia (44,9), La Rioja (42,9), Galicia (41), Cataluña (40,6) y Cantabria (39,7 por ciento). 

Las tasas brutas de escolarización, que miden la relación porcentual entre el alumnado matriculado de cualquier edad y la población en las edades teóricas asociadas a la enseñanza, permiten relativizar la oferta de Formación Profesional. Así, para los ciclos de Grado Básico se tiene en cuenta la población de 15 y 16 años; para los de Grado Medio, de 16 y 17 años, y para los de Grado Superior, la de 18 y 19 años.

En los ciclos de Grado Básico, cuya edad mínima para acceder a esos estudios es 16 años y es requisito haber completado la ESO, la tasa bruta de escolarización en Castilla y León alcanzó en el curso 2022-2023 el 9,9 por ciento, 2,3 puntos más que la media nacional, y en cuanto al Grado Medio, se situó en el 37,6 por ciento, también por encima de España (36,9 por ciento). La diferencia se reduce mucho en el índice de los ciclos superiores de FP, al situarse en la Comunidad en el 41,8 por ciento, solo seis décimas más que en el conjunto del país. La tasa es la sexta más alta de España, por detrás de Galicia (51,4 por ciento), País Vasco (50,7), Valencia (49,5), Asturias (49,2) y Cantabria (44,5 por ciento). Hace diez años, el índice en la Comunidad en el caso del Grado Superior era del 43 por ciento, 2,2 puntos más que en el último curso analizado.

Índice de graduación

La tasa de titulados también es muy superior en Bachillerato que en las enseñanzas de Grado Medio, tanto en España como en Castilla y León. En concreto, en la Comunidad, el índice bruto de graduación en Bachillerato del curso 2022-2023 fue del 56,4 por ciento (ocho décimas más que la media nacional) frente al 24,6 por ciento de los ciclos de FP (tres puntos menos que en el conjunto del país). Los alumnos de Bachillerato de la región están diez puntos por debajo de los graduados del País Vasco, que lidera la clasificación, y otra tanta diferencia con respecto a Cataluña en cuanto a los titulados de la Formación Profesional, a la cabeza en este ámbito.

Tampoco se acercan a la tasa de graduación de Bachillerato el alumnado que finaliza los ciclos formativos de FP de Grado Superior, que en ese mismo curso se quedó en Castilla y León en el 30,9 por ciento, cuatro puntos menos que en España. No en vano, supone el sexto índice más bajo de la media nacional, lejos del 41,4 por ciento obtenido en Cataluña y del 39,2 por ciento del País Vasco, aunque diez puntos más que Baleares (20,3 por ciento), que figura en el último puesto. En este tipo de enseñanza, la edad mínima para acceder a estos estudios es 18 años y los requisitos son haber completado el Bachillerato o un ciclo formativo de Grado Medio o haber superado una prueba de acceso sin título de Bachillerato.

El Ministerio destacó que el alumnado de Formación Profesional ha aumentado “significativamente” en el país en los últimos cinco cursos, un 18,5 por ciento en su conjunto frente al 5,4 por ciento en Castilla y León, en la modalidad presencial. Por su parte, la consejera de Educación, Rocío Lucas, aprovechó en julio pasado su comparecencia del balance del ecuador de la legislatura de las Cortes para apuntar que los estudios de FP gozan de un cada vez mayor prestigio y demanda, que no dejan de crecer y están caracterizados por una “indudable” orientación hacia el empleo. “La Formación Profesional sigue en auge y es una prioridad para la Junta, con el objetivo de avanzar en el desarrollo de un sistema de FP orientado hacia el empleo en este siglo XXI, capaz de afrontar los nuevos desafíos”, aseveró. Hace unas semanas, ofreció la tasa de inserción laboral de los egresados de Formación Profesional de Castilla y León que aumentó en el último año, hasta situarse en el 87,4 por ciento de media. 

A su juicio, la buena acogida de la FP por parte del alumnos está relacionada por la diversificación de la oferta con la implantación de nuevos ciclos formativos. En el curso pasado, más de 46.000 alumnos estaban matriculados en ciclos de Formación Profesional en la Comunidad, 4.400 más que los existentes en el curso 2019-2020.