Tres años de prisión por agresión sexual a su hijo de 8 años en Palencia, con el eximente de cometer los hechos por estar borracha
La Audiencia Provincial de Palencia ha condenado a una mujer a tres años de prisión por un delito continuado de agresión sexual, con acceso carnal a su hijo de ocho años, con el eximente de cometer los hechos por intoxicación con bebidas alcohólicas. Además, deberá abonar a su hermano, que ignoraba lo sucedido, con 30.000 euros por los perjuicios morales sufridos.
Los hechos se remontan al año 2018 cuando la acusada residía junto a sus dos hijos, un mayor de edad y otro menor, al que su madre propuso mantener relaciones sexuales después de ver un capítulo de una serie de televisión en la que aparecían miembros de una misma familia practicando este tipo de acciones. El hijo manifestó su negativa, pero finalmente accedió por la actitud de su madre, "movida por el ánimo de satisfacer su deseo libidinoso, aprovechando los momentos en los que se quedaba a solas con su hijo menor de edad en la vivienda, mantuvo relaciones sexuales en numerosas ocasiones a lo largo de un mes, consistentes en tocamientos de ella hacia él por todo el cuerpo, en penetración vaginal, así como felaciones”, recoge la sentencia consultada por la Agencia Ical.
Al mes aproximado de estos hechos, la madre hizo una llamada al 1-1-2 para comunicar que era alcohólica y que tanto ella como su hijo llevaban varios días sin comer, por lo que necesitaba ayuda para ocuparse de él, pues ella quería ir a un centro a desintoxicarse. En un primer momento, el hijo fue trasladado a un centro de acogida de menores y, posteriormente, la Junta se hizo con la guarda provisional. Durante un campamento, el chico comunicó a sus monitores que había sufrido abusos por parte de su madre, por lo que se denunciaron las agresiones sexuales.
Hasta 30 cervezas diarias
El tribunal señaló que, mientras sucedieron estos actos, la mujer consumía entre 20 y 30 cervezas diarias y alternaba fases en la que estaba “completamente ebria” con otras en que la intoxicación era menor. Por tanto, la acusada tenía “gravemente” alteradas sus capacidades cognitivas y, principalmente, volitivas, tanto por su alcoholismo crónico de larga evolución como por el consumo abusivo habitual de alcohol, llegando a sufrir en las fases agudas una anulación “total” de sus facultades intelectuales y volitivas.
El juez reconoció los hechos declarados probados y atribuidos a la acusada son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años, concurriendo acceso carnal por vía vaginal y bucal, previsto y penado en el Código Penal, -con una pena máxima de doce años de prisión-, pero cabe la eximente incompleta de alcoholismo crónico con intoxicación etílica semiplena.
Eso sí, y según recogió Ical, el tribunal tuvo en cuenta que, además de la reiteración de conductas, el ataque a la indemnidad sexual y dignidad del menor lesionando su derecho a un desarrollo adecuado de su sexualidad al margen de la intermediación de adultos, la asimetría de la relación, especialmente cuando la autora era la madre del menor. De ahí, la pena de tres años de prisión, al aplicarse la eximente incompleta de intoxicación, pese a que el Ministerio Fiscal solicitó una pena de nueve años y seis meses de pena.
La directora del centro donde vive el menor expresó que el hijo sentía mucho que su madre pudiera ir a la cárcel debido a esta denuncia, aunque se le tranquilizó al decirle que en la prisión su madre estaría en tratamiento y no tendría alcohol a su alcance, por lo que podría curarse allí. “Confiamos en que la prisión cumpla esa labor rehabilitadora y la madre sea capaz de aprovechar esta oportunidad por el bien de ella misma y de su hijo, quien pese a todo lo sufrido, se sigue preocupando por ella”, concluyó la sentencia, que no es firme y cabe interponer un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.