'El loco de Dios en el fin del mundo'. Javier Cercas, un ateo junto al papa
No es oportunidad, sino pura casualidad, que yo me encuentre redactando la reseña de ‘El loco de Dios en el fin del mundo’ de Javier Cercas (Ibahernando, Cáceres, 1962) en el momento en que se anuncia la muerte del papa Francisco. En realidad, he sabido la noticia casi en tiempo real porque apenas unos minutos antes me encontraba viendo la bendición ‘Urbi et Orbi’ que ayer, domingo de Pascua, impartió visiblemente cansado en la plaza de San Pedro. Pienso que Mario Bergoglio, el primer papa que llevó por nombre el del santo Francisco -el loco de Dios- y que vino del fin del mundo, ha muerto justo en el momento más significativo para un cristiano: el domingo de Pascua de Resurrección.
He tardado unos cuantos días en terminar ‘El loco de Dios’, desde luego más de los que esperaba que me llevaría su lectura. Intuí que así ocurriría después de escuchar a su autor, Javier Cercas, en una rueda de prensa que la editorial Penguin Random House convocó para la presentación del libro y a la que dio acceso virtual a los periodistas que lo desearan. El libro llegó a casa apenas unos minutos antes (como si al repartidor le hubieran conminado a entregarlo antes de las 16:00 horas), lo que sirvió para recordarme la existencia de ese enlace a la reunión.
Yo, que no soy periodista, escuché de principio a fin al autor e incluso tuve la humorada de escuchar también las preguntas de los asistentes, interesados en respuestas que ellos mismo debían encontrar en el libro (en el caso de leerlo). Las citas que un locuaz Cercas (iba de un argumento a otro hasta que de pronto descubría que se había alejado tanto del comienzo que se había perdido completamente) hizo de Chesterton, Arendt, Cioran, Bricmont, san Pablo, Baudelaire, Unamuno, Bertrand Rusell, Croce o Nietzsche me pusieron en guardia: el libro no sería de lectura rápida ni fácil. Además, las palabras de Cercas consiguieron dejarme intrigada sobre la forma del libro.
¿Será una novela?
Ahora, después de haber terminado la lectura, puedo preguntarme. ¿Es ‘El loco de Dios’ una novela? La respuesta es sí. Una novela en la que no hay ficción, en la que el argumento es una búsqueda: la que el narrador (un poco loco) inicia para buscar al loco de Dios (el papa) para hacerle una pregunta. ¿Es ‘El loco de Dios una biografía’? Pues también. Porque transita por la persona (Mario Bergoglio) y el personaje (el papa Francisco) con sus luces y sus sombras devolviendo la imagen de un hombre de poder, de gran energía y dotes de mando potentes que, sin embargo, es consciente de sus flaquezas, está en constante pelea consigo mismo.
Deja al descubierto a un papa que, contrariamente a lo esperado y de una forma anómala, pide a quienes le rodean que recen por él. De un papa que tiene una visión misionera de la Iglesia, que escoge visitar la periferia (como Mongolia: 1500 católicos en total que caben en una foto…), que alienta las iglesias pequeñas, que tiene vocación de dialogar con los que no creen. También de un papa que combate el clericalismo, del que nacen el abuso de poder y los grandes pecados de la Iglesia. De un papa que hace una feroz reivindicación de la ironía y del humor, que es lo más parecido a la gracia.
¿Podría ser quizá un libro de viajes? En cierto modo también, porque el escritor viaja hasta el fin del mundo, que en este caso es Mongolia, acompañando al papa, que proviene del fin del mundo. Porque es obvio que este mundo nuestro, como todos, tiene muchos confines.
¿Es, en fin, un libro sobre la Iglesia? Sin duda, aunque tal vez no sea el único ni principal interés de su autor. Pero la Iglesia, su situación y su devenir, están siempre en la base. Eso es lo que se desprende de las reflexiones del autor, las entrevistas que mantiene con determinadas personas del entorno del papa, los retos de la Iglesia, de las preguntas inevitables a aquellos que pueden responderlas. Javier cercas plantea una aguda visión sobre la institución que lo ha sido todo en los últimos 2000 años, tal vez la única que ha logrado mantenerse durante todo ese tiempo.
¿Tiene algo de autobiográfico? Claro. Porque el narrador es una visión del propio Javier Cercas, que se declara un loco sin Dios aunque tal vez nostálgico de la fe perdida. Un hombre ateo capaz de reflexionar lúcida e irónicamente sobre la Iglesia.
¿Se han vuelto ustedes locos o qué?
Dice Javier Cercas que el corazón de este libro, como en todos, se halla una pregunta. Y esa pregunta es la que funciona durante toda la narración como un leit motiv o motivo principal obsesivo. ¿Volverá mi madre, tal como ella cree sin fisura ninguna, que cuando muera se encontrará otra vez con mi padre y no volverá a separarse de él? ¿Será cierta la resurrección de la carne y la vida del mundo futuro que cierra el Credo de todos los cristianos, pertenezcan al rito que pertenezcan?
“Soy ateo. Soy anticlerical, Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Crito en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo”.
Unos minutos con el papa para hacerle esa pregunta, y no otra, es lo que el autor pide a cambio de aceptar escribir un libro sobre el papa, sobre su viaje a Mongolia, sobre la Iglesia, sobre el Vaticano, sobre lo que él quiera. Un libro para el que le escogen a él, que se define a sí mismo como un ateo peligroso y a quienes le facilitan escribir el libro (sin condiciones ni cortapisas) como unos auténticos locos. Le abren las puertas para que diga lo que piensa. Pero al fin, e incluso aunque no puedan garantizarle esa pequeña entrevista con el papa, ¿qué escritor en su sano juicio rechazaría una oportunidad semejante?
Javier Cercas consiguió sus minutos para hacerle, a solas, su gran pregunta al papa. Los periodistas de aquella rueda de prensa le preguntaron inmediatamente por la respuesta. ¡Léanse el libro!, contestó.
Yo, que lo he leído, creo que la respuesta no es, ni más ni menos, que este libro.
Lean y disfruten de Javier Cercas. Que hoy 21 de abril, cuando haya sabido por la prensa la muerte del papa Francisco, habrá recordado, tal vez por este orden, a su madre, a su padre y a Mario Bergoglio.
Javier Cercas
Penguin Random House Grupo Editorial, 2025
488 páginas