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La brecha salarial baja al 17,9% pero las mujeres cobran casi 4.800 euros menos que los hombres

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UGT y CCOO destacan la utilidad de los planes de igualdad, aunque denuncian que “solo el 35 por ciento de las empresas de la Comunidad" cuentan con esta herramienta

La brecha salarial en el ámbito laboral se sitúa en el 17,9 por ciento en Castilla y León, nueve décimas por encima de la media nacional, situada como la octava autonomía con mayor brecha salarial, donde las mujeres cobran 4.774 euros menos que los varones, según los datos de la Encuesta de Estructura Salarial realizada por el INE y que hacen referencia a 2022. El Informe sobre discriminación salarial hacia las mujeres, elaborado por UGT, recoge que el salario bruto de las trabajadoras en la Comunidad se situó ese año en 21.773 euros frente a los 26.548 euros de los hombres. 

Con motivo del Día por la Igualdad Salarial que se celebra el 22 de febrero, la secretaria autonómica de Igualdad y Políticas Sociales de UGT, Victoria Zumalacárregui, dejó claro que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha reducido “sustancialmente” la brecha salarial entre hombres y mujeres. No en vano, precisó que en 2018 ese sueldo ascendía a 736 euros al mes mientras que ahora es de 1.134 euros mientras que el año al que hace referencia el estudio era de mil euros. Un SMI que, apuntó, afecta a 130.000 trabajadores, de los que el 61 por ciento es mujer. “La Comunidad es un territorio donde prima el sector Servicios y el campo, por lo que la subida del SMI nos ha afectado más que en las autonomías donde la industria es la principal fuente de empleo. Ya tenían sueldos más altos y se han beneficiado menos”, apuntó. 

Sueldo para las mujeres

Pese a la importante reducción de la brecha salarial, Zumalacárregui denunció, según recogió la Agencia Ical, que las mujeres cobran, de media, 2.586 euros menos que a nivel nacional. “Se mantendrá la brecha hasta que las mujeres no tengan el mismo contrato a tiempo completo que sus compañeros varones”, expuso. En este sentido, añadió que el 75 por ciento de los contratos parciales corresponde a las féminas.

Brecha salarial entre hombre y mujeres.

Apuntó que la diferencia salarial es “sustancial”, lo que se traduce en que lo habitual es que las mujeres sean las optan por pedir una excedencia o una reducción de jornada laboral para el cuidado de hijos o de personas mayores. “Las trabajadores sufren una discriminación estructural y urge actuar”, sentenció. En este sentido, recordó que las mujeres tienen más complicado acceder al empleo, las contrataciones a tiempo parcial “siempre” recalan, en un porcentaje más alto, sobre las féminas y se hacen cargo de los familiares. También, precisó que los complementos salariales son más altos entre los hombres y los sectores más feminizados tienen los sueldos más bajos.

El informe, consultado por Ical, también denuncia que las empresas pequeñas, con menos de 50 empleados, tienen más brecha salarial que las grandes. Es por ello que abogó por un mayor control de la Inspección de Trabajo para que las compañías cuenten con planes de igualdad, además de estar firmados y registrados, pero también vigile si hay un cumplimiento de los mismos. Algo que es obligatorio para las mil empresas con más de 50 trabajadores en la Comunidad pero que, según cálculos de UGT, solo han elaborado un 40 por ciento. 

Negociación colectiva

Por su parte, el vicesecretario general de Política Sindical y Salud Laboral, Alberto Miguel Lorenzo, apuntó que Castilla y León cuenta con 190 convenios de sector y 800 convenios de empresas que pactan las condiciones laborales de 455.000 trabajadores. “Pongo en valor la negociación colectiva como principal instrumento de transparencia retributiva, clave para que haya más igualdad salarial”, subrayó. 

Una negociación colectiva que tiene menos presencia en sectores como el comercio, la hostelería y la ayuda a domicilio, que son, precisamente, donde hay más mujeres empleadas, junto a jóvenes e inmigrantes. Algo que tiene su reflejo a la hora de acceder a las prestaciones sociales y a una futura jubilación.

Lorenzo apostó por la subida del SMI sea sobre el salario base y no sobre el sueldo bruto para que no haya un solapamiento de varias categorías profesionales.