CSIF rechaza el cierre de la oficina de Incibe en Madrid y denuncia la propuesta de teletrabajo de sus tres trabajadores
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios rechazó el martes 18 de febrero el cierre de la oficina operativa y de representación que el Instituto Nacional de Ciberseguridad mantenía hasta el uno enero en Madrid y denunció la propuesta de acuerdo mediante teletrabajo presentada a sus tres actuales trabajadores, que no han firmado “y que el comité de empresa todavía no ha recibido, a pesar de pedirlo reiteradamente”.
La propuesta, según CSIF, ofrece a los trabajadores el teletrabajo “con unas condiciones no negociadas ni consensuadas previamente y de dudosa legalidad en algunos de sus términos que pueden ir contra derechos laborales”. Además, el sindicato consideró que la dirección de la empresa actuó “de mala fe”, ya que la entrega de la propuesta a los afectados “se retrasó más de tres semanas, hasta que quedaban cuatro días para finalizar el plazo de reclamación, en su periodo de vacaciones navideñas”.
Demandas particulares
No obstante, esto “no ha impedido que los tres trabajadores hayan presentado una demanda particular”, de forma que dos de los juicios se celebran el miércoles 19 de febrero, en Madrid en el Juzgado de los Social, y un tercero será posteriormente en León, sede del Incibe.
El sindicato consideró “absurda” la justificación del cierre de la oficina de Madrid por motivos económicos, “cuando el coste de ese alquiler, unos 30.000 euros anuales, no supone un problema en un presupuesto millonario”, mientras que “al ser un local donde se hacen varios eventos al año, necesitarían alquilar otro espacio para celebrarlos”. Además, era “un punto operativo y estratégico de interés en la capital española, dadas las características de Incibe, y el lugar de trabajo de tareas administrativas que ahora se tendrán que hacer a través del teletrabajo”.
Mucho coste y poco rendimiento
El director general del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), Félix Barrio, ha achacado este martes el reciente cierre de la sede del ente público en Madrid a "la reducción de las necesidades" de un espacio en el que hasta la fecha trabajaban tres empleados.
Además ha advertido que en las oficinas llegaron a trabajar "hasta ocho empleados", pero que una parte de los mismos, corresponden a un equipo directivo que ya no está adscrito a dicho centro.
Barrio ha explicado que el alquiler del espacio suponía para Incibe el desembolso de 30.000 euros anuales y que a los tres empleados afectados por el cierre se les ha ofrecido pasar a la situación de teletrabajo, algo que han rechazado.