Confirmado el falso positivo del conductor de un bus escolar identificado en Puente Almuhey
No hubo positivo por drogas. El conductor profesional del servicio de bus escolar de la zona de la Montaña Oriental Leonesa que dio inicialmente un resultado positivo por estupefacientes ha sido finalmente exonerado tras haber sido apartado de su puesto durante 55 días, a raíz de un positivo erróneo en un control de drogas realizado por la Guardia Civil el pasado 21 de enero. Los resultados definitivos del contraanálisis, solicitados por el propio implicado -que siempre mantuvo su inocencia-, han confirmado que no había consumido ninguna sustancia estupefaciente.
El suceso tuvo lugar durante un control rutinario de transporte escolar llevado a cabo por la Guardia Civil dentro deuna campaña ordinaria de la Dirección General de Tráfico (DGT). El conductor, que se dirigía a recoger a los escolares del colegio de Puente Almuhey, fue sometido a un test de saliva que arrojó un resultado positivo en THC (cannabis), aunque el vehículo se encontraba vacío en ese momento. Inmediatamente, otro compañero tuvo que sustituirle en la ruta.
Sin embargo, el afectado solicitó voluntariamente una prueba de sangre bajo custodia de la Guardia Civil, además de realizar un análisis de orina en un laboratorio privado de León. Este último ofreció un resultado negativo en apenas 24 horas.
“La suspensión de empleo ha durado 55 días, pero lo peor ha sido el daño a mi reputación, a mi imagen, pues el mismo día de los hechos, la DGT y Subdelegación del Gobierno en León emitieron un comunicado de prensa acusándome de conducir un autobús escolar ‘supuestamente’ bajo los efectos de las drogas, sin esperar a los resultados del contraanálisis de saliva y sangre”, lamenta el conductor a través de un comunicado remitido por sus abogados.
El resultado definitivo del análisis sanguíneo, considerado como prueba concluyente, no llegó hasta más de mes y medio después, lo que ha generado un profundo malestar tanto en el afectado como en su entorno profesional y personal.
“Siento que me han hecho perder la confianza en mí, de mi empresa, de los padres de los alumnos que llevo al instituto de Cistierna y al colegio de Puente Almuhey, al igual que de los trabajadores de Gullón y Siro que transporto diariamente de Guardo a Aguilar de Campoo”, señala el conductor. “Todos en la Montaña Oriental Leonesa y en Montaña Palentina se han enterado de mi caso y muchos me han juzgado sin razón. Esta situación ha sido muy injusta”.
¿Y ahora?
La indignación no solo se dirige a las consecuencias sociales del caso, sino también a los plazos administrativos. “Es intolerable que las pruebas del contraanálisis hayan sido tomadas el 21 de enero, recibidas en los laboratorios SYNLAB de Barcelona el 28 de enero, analizadas y enviadas por correo electrónico a la DGT el 31 de enero, y que el conductor no haya sido notificado hasta el 17 de marzo”, denuncian los letrados del conductor.
Asimismo, cuestionan el procedimiento empleado por Tráfico. “Entendemos que se trata del protocolo establecido, pero es inadmisible que los Drogotest tengan un porcentaje tan alto de falsos positivos, especialmente en THC-Cannabis —de hasta el 33%—, y que los resultados definitivos se demoren tanto, especialmente cuando hablamos de conductores profesionales”, subrayan. En ese sentido, comparan la rapidez del análisis privado de orina —disponible en solo 24 horas— con los más de 50 días de espera en el proceso oficial.
El expediente
La prueba de saliva que motivó el expediente formaba parte de una campaña específica de control de transporte escolar promovida por la DGT, y tuvo lugar a las 09:00 horas a la entrada de Puente Almuhey, en la carretera LE-232, junto a una gasolinera y el Bar El Hórreo.
Durante la intervención el conductor mostró en todo momento una actitud serena y colaboradora, sin signos de alteración o nerviosismo.
El caso pone de nuevo sobre la mesa el debate sobre la fiabilidad de los test rápidos de detección de drogas y la necesidad de garantizar mayores garantías procesales para los trabajadores que dependen de su imagen y su licencia profesional para ejercer su labor diaria.