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La cámara del fotógrafo Fernando Rubio: una Semana Santa capturada en blanco y negro

El fotógrafo leonés muestra, en una exposición virtual, imágenes inéditas de los años 70 como homenaje a las tradiciones y vivencias de una época clave en la ciudad

El fotógrafo leonés Fernando Rubio ha abierto al público una exposición virtual que recoge su particular visión de la Semana Santa de León durante los años 70. Las imágenes, cargadas de simbolismo y emoción, fueron tomadas en plena Transición Española, y componen un retrato íntimo y a la vez colectivo de una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad.

“He intentado resumir en unas pocas imágenes nuestra grandiosa Semana de Pasión, según la registré en aquellos años”, afirma el autor, que ofrece en esta muestra una selección de su archivo personal de más de 2.500 fotografías. Un legado visual que, ahora digitalizado, permite recorrer las procesiones, los gestos y la atmósfera de una Semana Santa que, aunque cambiante, sigue viva en la memoria de muchos leoneses.

“Un cordón umbilical con el León de mis orígenes”

Aunque hace más de cuatro décadas que vive fuera de su ciudad natal, Rubio mantiene un fuerte vínculo con León. “Hace ya 41 años que salí de León. Sin embargo, los lazos con la tierra que me vio nacer y crecer y sus tradiciones, son irrompibles”, reflexiona. En su relato, cita a Rilke para subrayar el poder evocador de estas imágenes: “La infancia es la patria del hombre”.

La muestra recorre visualmente momentos clave de la Semana Santa leonesa, desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, incluyendo la Borriquilla, el Silencio, la Ronda o el Santo Entierro. Pero además de las imágenes, el fotógrafo acompaña la exposición de sus recuerdos personales: “Fui bracero del paso del Cristo de los Balderas. Bracero de hombros doloridos, pero con el corazón contento”.

Fotografiar la fe, vivir la tradición

Además de su faceta cofrade, Fernando Rubio también inmortalizó la Semana Santa como reportero gráfico en los años 70, cubriendo no solo las procesiones, sino la vida de las cofradías. “El trabajo me unió, más si cabe, con la Semana Santa”, explica. Fue además el autor del Cartel de la Semana Santa de 1980 y recuerda con emoción momentos tan simbólicos como “beber, en Jueves Santo, del vino de 8 siglos que sigue envejeciendo en la Basílica de San Isidoro”.

La exposición virtual está impregnada de sensaciones: los olores del incienso y la cera, los sonidos del “silencio, los rezos, la música de las bandas”, e incluso los sabores típicos de la Pasión, como el bacalao o las torrijas. “Sabores, olores y sonidos que hoy cobran vida en cada imagen”, comenta.

Un legado familiar y emocional

Rubio también ha transmitido esta pasión a sus hijos. “Mis hijos, Fernando y Álvaro, suplieron, casi desde que pudieron caminar, mi puesto en las procesiones. Incluso mi hija, María Jesús, lo hizo, aunque entonces no estaba permitido”, recuerda emocionado.

La exposición, acompañada de un fragmento del Stabat Mater de Pergolesi como fondo musical, está dedicada “a todas estas gentes que tanto laboran por mantener nuestras tradiciones cristianas”. Desde la distancia, el fotógrafo concluye con un deseo sincero: “Mis mejores deseos para todos en esta Semana Santa Leonesa de 2025”.