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Mi Semana Santa, Darío Fraile

"El día que realmente cambió mi forma de ver la Semana Santa fue el primer Sábado de Pasión que fui a León"

Darío Fraile, músico de la banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de la Victoria. Foto Carla del Árbol.
Darío Fraile tiene sus primeros recuerdos de Semana Santa viendo las procesiones de su pueblo desde la acera | Fusionar sus dos pasiones, la Semana Santa y la música, le ha llevado a que la banda de la que es partícipe, el Santísimo Cristo de la Victoria, se convierta en su segunda familia

Darío Fraile es un apasionado de la Semana Santa desde bien pequeño, aunque no siempre ha sido partícipe de la misma. Al principio, recuerda “ver las procesiones desde la acera” acompañado de sus abuelos y sus padres, quienes sí eran cofrades, “mi madre era papona y mi padre pujaba ‘la borriquilla’ el Domingo de Ramos”, relata.

Ya por aquel entonces, Darío insistía a sus padres para también poder formar parte de alguna cofradía y disfrutar “desde dentro” de la Semana Santa. “Con el paso de los años, más por cabezonería que por otra cosa, mis padres acaban cediendo y me apuntan en la cofradía de Santo Tirso de Mansilla de las Mulas, mi pueblo”, detalla, en la que comienza a salir de papón con tan solo seis años, “con una túnica que me cosió mi abuela a mano”.

“Recuerdo las tardes del Viernes de Dolores como uno de los días en los que más nervios tenía de todo el año. Era el primer día de la semana santa y todo tenía que estar perfectamente preparado, no veía la hora de vestirme la túnica, coger mi cruz de fila e ir de la mano de mi familia a la iglesia para empezar la procesión”, asegura Darío. 

Estudios musicales

Darío comienza a estudiar música solo un par de años después de convertirse en papón. Con ocho años, empieza a estudiar percusión en la antigua Escuela de Música de Mansilla de las Mulas, a la vez que pasa a formar parte de la Banda de Música municipal. Asegura que “recuerdo ser un chavalín que apenas podía con el tambor, pero que disfrutaba mucho de las procesiones”, al fusionar ambas pasiones, la música y la Semana Santa.

Siguió formándose musicalmente hasta la desaparición de la escuela y la banda de su pueblo.

Conoce la banda del Santísimo Cristo de la Victoria

Hasta el momento, su relación con la Semana Santa, a pesar de ser cercana, se había reducido a las procesiones de su villa, limitándose a visitar León capital únicamente en los días más señalados, como Domingo de Ramos y Jueves y Viernes Santo. “Pero el día que realmente cambió mi forma de ver la Semana Santa fue el primer Sábado de Pasión que fui a León y pude ver por primera vez en la calle a la banda del Santísimo Cristo de la Victoria, donde tocaba mi primo Luis”, recuerda Darío y prosigue “fue entonces cuando me di cuenta de que yo quería acabar tocando allí”.

Esa situación marcó el momento en el que Darío comienza a insistir a sus padres, de manera constante, para que le permitiesen empezar a formar parte de la banda de música leonesa, pero dada la corta edad que tenía por aquel entonces, no cedían. “Les tenía aburridos de poner marchas por casa a todo volumen”, afirma y detalla que todo cambió cuando el Santísimo Cristo de la Victoria, además de la propia banda, arranca una escuela de música, a la que Darío se apunta “al instante”.

Y después de un par de años tocando únicamente en la escuela, “finalmente cumplo mi sueño de entrar en la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Victoria. Recuerdo los primeros ensayos y las primeras actuaciones con muchos nervios y guardo grandes anécdotas”, relata Darío. 

La Victoria, una segunda familia para Darío

El músico cuenta al Heraldo de León que la Victoria es una banda independiente que solo toca un día en León, el Sábado de Pasión, mientras que el resto de fechas en las que procesionan con su música, las destinan a la Semana Santa de diversas localidades de la geografía andaluza. Sus primeras veces en Andalucía fueron impactantes para Darío, la manera de procesionar, los costaleros y la gran pasión de todos los implicados era algo de lo más llamativo para él, “recuerdo el día de mi primera procesión en Andalucía, tras bastantes horas de viaje desde León, me resultó muy impactante el estilo de llevar los pasos, al hacerlo por dentro del trono en lugar de por fuera. Tampoco olvidaré la primera vez que vi al Cristo de las Tres Caídas de Triana en la calle”.

Habla de su cofradía con gran pasión y cariño y define las claves principales de la Victoria como “el trabajo, la humildad y el sentimiento de ser una familia”. Y es que, tal como asegura Darío, “pasar la Semana Santa fuera de casa, y muchas veces sin tu familia, es algo duro, por eso creo que es muy importante tener un apoyo siempre en los compañeros que viven tu misma pasión, eso define el alma de la Victoria”.

Darío finaliza explicando que este 2025 es el 30 aniversario de la banda “y si tengo que pedir algo a la Semana Santa de este año, aparte de que las condiciones meteorológicas nos respeten, es que todos tengamos salud para poder vivir la semana más bonita del año juntos, que ya hemos sufrido mucho”.