"Ver los pasos, escuchar las bandas y oler el incienso son momentos que nunca dejarán de emocionarme"
“Desde que nací he vivido desde muy cerca la Semana Santa”. Y es que la familia materna de Alba Ibán siempre ha estado muy ligada a esta tradición, viviendo esta época con mucha ilusión. Además, “cuando nací mi tío y más familiares ya eran papones”, asegura Alba, lo que la llevó, siendo aún un bebé, a salir en su primera procesión en la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, “donde siempre he sido papona”.
“Comprar obleas al comienzo de las procesiones para verlas”
Tiene algún recuerdo de su infancia como papona en procesiones, pero afirma que lo que más recuerda es ir con sus abuelos a verlas y “por supuesto, comprar obleas al comienzo de las procesiones y, sobre todo, el olor a incienso y que siempre me ha encantado y que, cada vez que huelo en algún otro ambiente, inmediatamente me retrotrae a esta época”.
Ya de más mayor, Alba ha seguido saliendo en procesiones, “con la antigua túnica de mi tío perfectamente ajustada por mi abuela”, relata. Y afirma que lo que comenzó como una tradición familiar fue dando paso a un plan con amigos del pueblo, “nos reuníamos todos para salir juntos en la procesión”.
“Fue una experiencia que me conmovió mucho”
Alba recuerda con gran emoción la primera vez que pujó uno de los pasos en la procesión del ‘Santo Entierro’ en Viernes Santo, algo que ha seguido repitiendo los siguientes años, “fue una experiencia que me conmovió mucho y un momento muy especial”, asegura.
Vive la Semana Santa con intensidad también desde fuera
En la actualidad, a pesar de que ya no sale en procesiones y que vive la Semana Santa “más desde fuera”, Alba asegura que “el ambiente de la Semana Santa en León, independientemente de las creencias, creo que es una época que todo leonés vive con intensidad, para mí, aunque ya no lo viva tan intensamente desde dentro, el ver los pasos, escuchar las bandas y oler el incienso son momentos que nunca dejarán de emocionarme”.
Finaliza contando que, para ella, “esta época siempre es sinónimo de reencuentros con familia y amigos que hacen el esfuerzo de volver a su ciudad para vivir estos días, también es sinónimo de mucha limonada y calles oliendo a incienso”.