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Lancia o el relato de lo posible

Imagen parcial del proyecto de Lancia.
El yacimiento de Lancia es un buen termómetro de la capacidad de transformación que la política tiene en nuestra sociedad

El yacimiento de Lancia es un buen termómetro de la capacidad de transformación que la política tiene en nuestra sociedad. 

Este enclave casi mágico, fue uno de los primeros sitios arqueológicos investigados en España y un símbolo de cómo el siglo XX fue un tiempo de expolio descontrolado que en el caso de Lancia supuso un abandono de más de dos siglos que acabaron prácticamente con cualquier resto arqueológico relevante.

Pero la importancia de Lancia, no radica en lo que de ella todavía queda por descubrir, que no es poco, si no de su capacidad magnética para crear un relato de resistencia entre la ocupación romana de los pueblos al norte de Esla y sobre todo de resistencia de esta provincia nuestra que expoliada de muchas otras maneras rebrota constantemente con proyectos innovadores por doquier. 

Lancia suponía para nosotros el demostrarnos que desde la Política se puede transformar radicalmente cualquier realidad"

En mi anterior etapa profesional, tuve el privilegio de dirigir el Instituto Leonés de Cultura y fueron miles de horas las que dedicamos a revertir el devenir decadente de Lancia. A priori se podría pensar que volver a hacer excavaciones arqueológicas, adquirir terrenos o proponer un centro arqueológico eran logros independientes, pero lo cierto es que más allá de las decenas de acciones llevadas a cabo, Lancia suponía para nosotros el demostrarnos que desde la Política se puede transformar radicalmente cualquier realidad por difícil que parezca. 

Por eso, Lancia y lo que lo rodeó estuvo llena de imposibles: parecía imposible comprar fincas y se adquirieron más de 10 hectáreas, parecía imposible sacar un concurso de ideas desde la Diputación y se resolvió en meses, parecía imposible licitar una obra de esa envergadura y se adjudicó el contrato en sólo 35 días…

Todas y cada una de estas metas alcanzadas tuvieron sus resistencias, sus complicaciones, pero todas y cada una de ellas fueron cayendo con una enorme tenacidad que se cristalizaba en el compromiso de los trabajadores de la Diputación y del equipo de gobierno que, desde su presidente, conectaron con esa visión de que poniendo Lancia en marcha, estábamos lanzando a los leoneses un mensaje de superación que conectaba plenamente con el valor simbólico del yacimiento arqueológico. 

Pero para lograr objetivos como este, o cualquiera de los muchos que tenemos pendientes en León: la llegada de la FEVE a Matallana, la restauración del teatro Emperador o la recuperación del Parador de San Marcos, los partidos políticos deben asumir su papel como servidores de los ciudadanos por encima de los intereses particulares de sus líderes. 

El PSOE de León abordará su liderazgo en los próximos meses y de momento no se ha vislumbrado ningún atisbo de proyecto con objetivos útiles para la sociedad"

Por poner un ejemplo, el PSOE de León abordará su liderazgo en los próximos meses y de momento no se ha vislumbrado ningún atisbo de proyecto con objetivos útiles para la sociedad; más bien lo contrario: tramas sobre afiliaciones, lealtades y presiones que a buen seguro consumen un tiempo que desgraciadamente es finito y que mejor estaría empleado en apoyar a las decenas de alcaldes y pedáneos que representan esas siglas y que están ávidos de que se les ayude a construir una gestión más eficaz al servicio de esta tierra.

Entre tanto, Lancia seguirá con unas obras que deberían ser el principio de otros muchos quehaceres: accesos, museografía, paisajismo, investigación…Esperemos que, desde este renacido Heraldo de León, veamos, como estos y otros muchos de los que necesita León, se van haciendo posibles.