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Feijóo asegura hará valer sus gobiernos para intentar conseguir 'aranceles cero' con EEUU

Pide a Estados Unidos respeto recíproco aunque afirma que los ‘populares’ no se unirán “a los insultos del Gobierno de Sánchez ni al silencio cómplice de otros partidos” con las decisiones de Trump
Núñez Feijoo.
Núñez Feijoo.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aseguró hoy que su formación hará valer sus responsabilidades tanto en 14 gobiernos autonómicos de España como en la Comisión Europea para intentar “trasladar sosiego y respeto” y conseguir “libre comercio y aranceles cero” entre los productos de Estados Unidos y la Unión Europea.

“Los sectores productivos españoles tienen que estar seguros de que no tenemos ningún compromiso con nadie salvo con ellos y los intereses generales de nuestro país”, afirmó el líder ‘popular’ en declaraciones recogidas por Ical, en las que también pidió al Gobierno de Trump “el mismo respeto” que los productores españoles tienen con el Ejecutivo de Estados Unidos.

No obstante, Feijóo sí que aseguró que su partido no se unirá “a los insultos del Gobierno de Sánchez ni al silencio cómplice de otros partidos” con las decisiones del presidente estadounidense, Donald Trump, tras los aranceles planteados por la administración norteamericana con los que sectores productivos españoles se juegan “más de 400 millones de euros”.

La guerra

“Tenemos que decir de forma clara que esta guerra no puede iniciarse y que debemos resolver los asuntos con diplomacia, inteligencia, reciprocidad y respeto”, aseveró el presidente ‘popular’, para quien “ya bastantes problemas tenemos en el mundo”, por lo que lamentó que haya “políticos que se afanan en crear más problemas”.

Frente a ello, Feijóo aseguró que el Partido Popular “europeo y español” está “en contra de los aranceles y a favor del libre comercio y de la competitividad entre los sectores y países”, porque son señal de “prosperidad, paz y concordia”, frente a unos aranceles que calificó como “error económico, político y geoestratégico, mucho más entre países aliados como Estados Unidos y Europa”. “Es una batalla en la que todos perdemos”, concluyó.

En todo caso, reiteró su oposición a “los postureos e insultos” que, bajo el prisma de Feijóo, “no son ninguna solución” ante un problema en el que se debe activar “la diplomacia, la inteligencia, la reciprocidad y el diálogo”, frente a los “insultos” al presidente de un país “aliado de la UE y que lleva siendo aliado cien años”.

Eso sí, el presidente del PP manifestó que tampoco van a “callar ni aplaudir las decisiones unilaterales de la Administración norteamericana” porque “lo que perjudique a España, tendrá una respuesta en el PP español”. “El insulto se lo dejamos al Gobierno y mirar para otro lado, a otros partidos”, sentenció, afirmando que “el verdadero patriotismo es hablar y solucionar los problemas con Estados Unidos. El resto es patriotismo de boquilla”.

Legislatura europea “distinta”

Feijóo realizó estas declaraciones durante su visita a las Bodegas de Alberto, en la localidad vallisoletana de Serrada, donde acompañado por el presidente del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, reivindicó las iniciativas de su partido para incentivar al campo y las explotaciones agroalimentarias, especialmente a través del Plan de Autónomos presentado la semana pasada para reducir la burocracia, incrementar los precios y solventar las dificultades para el relevo generacional.

Una forma, para Feijóo, de “reafirmar el compromiso del partido con todos los pueblos de España”, dado que “las raíces de nuestro partido están en la tierra española” y el PP está, según su presidente, “con el campo, la industria agroalimentaria, el sector del vino y el sector productivo en todos los ámbitos”.

Por ello, y dado que el Ejecutivo de la UE “está mayoritariamente formado por mujeres y hombres del PP europeo”, planteó “una legislatura europea distinta, donde baje la burocracia y la hiperregulación” para centrarse en “la competitividad de los productos agrarios y en el empleo de la gente del campo”. “Mucha menos burocracia y más diálogo”, concluyó.