Diego Moreno, o el mejor ejemplo de que todas las estrategias en el PSOE fallan
Diego Moreno seguirá en la Mesa de las Cortes y, junto a él, Ana Sánchez. Su presencia evidencia el primer 'tropiezo' del nuevo secretario autonómico, Carlos Martínez.
Ambos estaban 'condenados' tras la 'pillada' de los micros abiertos. Los mismos micrófonos por los que seguirán hablando después de que el castigo interno no se pueda aplicar.
Las críticas
Su crítica a la nueva dirección, compartida por no pocos sectores internos, desató "consecuencias" materializadas en su renuncia al puesto en un órgano de vital importancia dentro de las Cortes.
En realidad, se vista como se vista, la decisión era 'cortar sus cabezas' como ejemplo de disciplina interna.
Sin embargo, tras anunciar esas consecuencias a los cuatro vientos, el Grupo Socialista en las Cortes de Castilla y León ha dado marcha atrás y ha decidido no registrar la renuncia de Ana Sánchez y Diego Moreno a sus cargos en la Mesa de la Cámara.
La decisión final
La decisión llega después de que el presidente de la Junta y del PP en la comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, advirtiera al líder del PSOE autonómico, Carlos Martínez, de que su grupo presentaría candidatos para cubrir las vacantes.
Martínez explicó en rueda de prensa que la cuestión se abordó en su primera reunión con Fernández Mañueco, pero apenas durante treinta segundos, antes de que ambos se sentaran a dialogar durante casi dos horas.
“Lo ha sacado él. Me ha dicho que si hay vacantes, están en la obligación de presentar candidatura”, relató el socialista, quien interpretó la respuesta como un aviso claro de que no se arriesgarán a perder su actual representación en la Mesa.
Como resultado, el pleno previsto para los días 8 y 9 de abril no incluirá la votación para elegir la Vicepresidencia Segunda y la Secretaría Primera, cargos que seguirán ostentando Sánchez y Moreno, a pesar de que el partido les solicitó la dimisión y ambos aceptaron.
El movimiento del PSOE evidencia un repliegue estratégico para evitar que el PP y Vox puedan modificar el equilibrio de poder en la Mesa de las Cortes. Por ahora, la representación socialista se mantiene intacta, en un contexto de fuerte tensión política en Castilla y León.