De Zapatero a fontanero

Me envía un buen amigo, que me quiere bien, enlace de cierto diario local que no suelo leer para no aumentar mi aflicción de sentido autonomista. En el artículo aparece más que nada reseñada la entrevista a José Luis Rodríguez Zapatero en un medio de la antes llamada Ciudad Condal, de nacencia y fundación noble y de aspiraciones vanguardistas, si bien es sabido que siempre ha servido intereses de la burguesía catalana. Me voy a la fuente, porque del primer caño desconfío.
Entrevista de Enric Juliana con el ex presidente, a raíz de la publicación de su libro “La Solución Pacífica”, obra donde parece elegirse el diálogo como solución primera y preferible de los conflictos. Planteamiento impecable, más para estos momentos en que en vez de palabras suenan cañones. Obviaré hacer crítica de la obra por desconocimiento de la misma.
No sé si algún día me atreveré con ella. No me tienta. Reconozco que no me ha subyugado nunca la dialéctica del autor, al que reconozco otros méritos en su acción de gobierno, incluso para con León, donde, casualidad o no, se instalaron algunas empresas en su etapa como presidente; o, por ejemplo, la consecución de innegables avances sociales en la integración de minorías. Después se empeñó en estropearlo todo y bastante, dejando un partido muy tocado a nivel provincial y una situación económica general pre-comatosa. La historia y el tiempo dictarán sentencia.
No, la almendra de la entrevista pasa porque Zapatero reconoce sus funciones de “fontanero” de Sánchez en el asunto catalán
No, la almendra de la entrevista pasa porque Zapatero reconoce sus funciones de “fontanero” de Sánchez en el asunto catalán. Parece que las negociaciones con el propio Puigdemont arrancaron hace tiempo. Y dice, literalmente, que “el hilo conductor de esa negociación es el reconocimiento de la identidad nacional de Catalunya”. Y lo voy a escribir así por respetar el original y normativo, aunque lo que me sale es la EGB y apuntarlo con española Ñ. Si le vamos a reconocer la identidad nacional, supongo que podremos hacer como con Londres y no escribir London, que parece una pedantería insufrible en un contexto de idioma español. Permítaseme la “boutade” que de ingeniosa tiene poco.
No para, por supuesto, la negociación en el mero reconocimiento de la identidad. Puigdemont ha puesto a funcionar el exprimidor que sus siete diputados en el Congreso le permiten usar y pide en proporción a su poder. Tener a Sánchez cogido por semejante parte le pone en situación de exigir competencias a nivel prácticamente federal. Esto, que siempre se vende como la panacea de la probable forma de Estado que debería tener España, que no entro a valorar, es romper la baraja de la financiación autonómica, del equilibrio territorial y del re-equilibrio presupuestario. Si es lo que queremos darnos, decidámoslo entre todos.
Y este es el mismo Zapatero que dice que León pues no, que con una Diputación vitaminada vamos en moto. Y eso que los leoneses no pedimos independizarnos del Estado Español como hace Carles Puigdemont. Tampoco hacía falta, Presidente, que nos echase tanta agua fría, si lo que pedimos tampoco es “res del altre dijous” (nada del otro jueves, pero en catalán de la intimidad). Claro que no tenemos las leonesas y los leoneses siete diputados que nos representen en Madrid, que sólo tenemos cuatro y representan a sus partidos, aunque el sueldo se lo paguemos entre todos.
También cabe la posibilidad de que el ex presidente ya esté negociando la autonomía de León, tan discreto que ha sido con el asunto catalán, que algunos pensábamos que era cosa de Bolaños
Si alguna vez pesásemos algo en el Congreso de los Diputados, pues a lo mejor Zapatero tenía que venir a ver a alguien a León a ver si le salvaba “salva sea la parte” al Presidente de turno. También cabe la posibilidad de que el ex presidente ya esté negociando la autonomía de León, tan discreto que ha sido con el asunto catalán, que algunos pensábamos que era cosa de Bolaños. Lo mismo ya lo tiene medio hablado. Perdonen el sarcasmo, pero si nos razonase su postura lo mismo me lo ahorraba.
No, yo creo que Zapatero está más en la línea de Ester Muñoz, que ve a los autonomistas leoneses con cuernos, rabo y ojos inyectados en sangre, haciendo escraches contra las pobres gentes de orden que no comulgan con la autonomía para León, y que abocan a la provincia a situaciones similares a la vividas durante el “Procés” en Catalunya. Profundísimo análisis.
O también en la línea, permítaseme, del “suicida electoral” Carlos Martínez, que necesita imperiosamente los votos del socialismo leonés, pero que confunde aparato con votantes y piensa que con el suelo electoral en la provincia se garantiza un resultado aseado. No ha visto Martínez las escaleras del sótano en León, por las que probablemente siga rodando, y sigue pidiendo elecciones. Hay en esta fiesta dos convidados de piedra que con no moverse van a darse un gran festín. El PPresidente Mañueco, convocante no sabemos cuándo, y otro partido leonesista al que no nombraré porque he visto que últimamente está muy susceptible. Ser depositario del dogma y la infalibilidad parece que le pesa.
Si ven que me radicalizo, avisen. O cansino. Muchas gracias.