La DGT vigila esta semana las distracciones al volante
La Dirección General de Tráfico, a través de los agentes de La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de los de todas aquellas policías autonómicas y locales que quieran sumarse, pone en marcha desde este lunes una nueva campaña específica de vigilancia que durará hasta el próximo domingo 13 de octubre y que, en esta ocasión, estará centrada en las distracciones al volante.
Como ha sucedido ya en anteriores ediciones, la campaña se enmarca en la Operation Focus on the Road que desarrolla a nivel europeo la asociación RoadPol (European Roads Policing Network).
Las distracciones al volante son el primer factor concurrente en los siniestros mortales de tráfico. Solo en 2023, estuvo presente en el 29% del total de estos siniestros, un porcentaje que ha disminuido en un punto respecto a 2019. Este tipo de campañas siguen siendo imprescindibles para alertar de los riesgos que implica la conducción distraída o desatenta.
Cámaras de vigilancia
Para ello, los agentes vigilarán tanto las vías interurbanas como las del ámbito urbano. A esta vigilancia a pie de carretera hay que añadir los medios automatizados de los que dispone la DGT con 31 cámaras instaladas en las carreteras de Castilla y León, a través de las cuales se puede constatar, entre otras cosas, si el conductor hace uso del móvil mientras conduce.
Factores de riesgo
Las distracciones al volante son un factor de riesgo significativo en el tráfico. La conducción distraída es un fenómeno frecuente que ocurre cuando se desvía la atención de las tareas necesarias para conducir y al mismo tiempo se realizan otras actividades ajenas a la propia conducción, desviando la mirada de la carretera durante algunos segundos.
La naturaleza de la distracción y su tiempo de duración tienen también un impacto directo en el incremento del riesgo de siniestro. Y, en ese sentido, se ha comprobado que actividades que obligan al conductor a desviar la mirada de la carretera por más tiempo y realizar actividades manuales combinadas con actividad cognitiva aumentan significativamente el riesgo de colisión.
El uso de los dispositivos electrónicos, precisamente, en sus diversas funcionalidades está reconocido en diversos estudios como una de las distracciones más habituales con severas consecuencias para la conducción atenta, pues es una de las distracciones que origina perturbaciones en casi todas las capacidades necesarias para conducir a la vez: cognitiva, visual, manual o auditiva, según se advierte en un comunicado de la propia DGT.