El Manifiesto por un Lenguaje Justo con el Mundo Rural llega a Ponferrada

La Fundación España Habitar, en colaboración con la revista Archiletras, ha lanzado oficialmente el Manifiesto por un Lenguaje Justo con el Mundo Rural, un documento que aboga por una transformación profunda en la forma en que se habla y piensa sobre la España rural. El acto tuvo lugar en el marco del Encuentro Nacional de Centros de Innovación Territorial, que se celebra estos días en Ponferrada, con la presencia de la Vicepresidenta Tercera del Gobierno, Sara Aagesen.
El manifiesto, presentado durante la segunda jornada del evento, es una llamada a la acción dirigida a instituciones, medios, responsables políticos y ciudadanía, invitando a revisar y transformar el lenguaje que se emplea para referirse al entorno rural. Los impulsores del documento insisten en que las palabras no son inocentes, sino que moldean mentalidades, decisiones políticas y modelos de desarrollo.
El lenguaje, la clave
“El lenguaje condiciona nuestra forma de ver el mundo. Si seguimos asociando lo rural con ignorancia o atraso, perpetuamos una visión injusta y desequilibrada del país”, afirma Javier Sánchez Oliva, secretario general de la Fundación.
La iniciativa nace en respuesta a la negativa reciente de la Real Academia Española de modificar acepciones del diccionario que perpetúan estereotipos negativos sobre lo rural. Términos como paleto, cateto o pueblerino siguen cargando con connotaciones despectivas que, según el manifiesto, deben ser repensadas en una sociedad que aspire a la equidad territorial.
Entre sus principales propuestas, el manifiesto pide: Evitar expresiones que descalifican o ridiculizan a los habitantes del medio rural, combatir la idea de que vivir en el campo es sinónimo de fracaso o falta de oportunidades, potenciar la conectividad digital y el acceso a servicios básicos como elementos clave para el desarrollo rural, apoyar a los medios locales como garantes del derecho a la información e incorporar la perspectiva rural en la toma de decisiones y la legislación.
El documento
El documento también denuncia la persistente división simbólica entre “lo urbano” —asociado al progreso y la modernidad— y “lo rural”, aún visto desde muchos discursos como una realidad secundaria o atrasada. Frente a esto, el manifiesto defiende una nueva narrativa que reconozca el papel esencial del campo en el equilibrio ecológico, la diversidad cultural y la sostenibilidad del país.
“No se trata solo de cambiar el lenguaje, sino de cambiar la mirada”, subrayan los autores.
La presentación del manifiesto en Ponferrada marca un hito simbólico: desde el corazón de los territorios menos visibilizados, se alza una voz que exige respeto, justicia y reconocimiento. Y lo hace desde las palabras, pero también desde una convicción profunda: sin un lenguaje justo, no puede haber un futuro equitativo para toda España.