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365 leoneses | Ana Pascual, estudiante

"Estoy viviendo un sueño en el MIT, este sitio es la cuna de varios premios Nobel"

Con tan solo 22 años, la valentía y el talento de la leonesa Ana Pascual la han llevado a realizar una investigación en un laboratorio del renombrado Instituto Tecnológico de Massachusetts, una universidad de prestigio internacional comparable al de Harvard
 

Ana Pascual nació y creció en León, en una comunidad que la motivó desde sus primeros años. Formada académicamente en el colegio Divina Pastora, recuerda con cariño el apoyo de sus profesores, quienes la impulsaron a creer que podía cambiar el mundo. "Me cuidaron un montón y yo crecí pensando que podía llegar a conseguir cualquier cosa". Desde niña, su pasión por la ciencia la llevó a interesarse por la medicina, siguiendo los pasos de su madre. Sin embargo, en un giro inesperado, decidió estudiar Ingeniería Biomédica en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), una decisión que la llevaría a recorrer el mundo.

Inició su carrera en plena pandemia, un desafío que afrontó con determinación. Durante su formación, buscó constantemente expandir sus horizontes, lo que la llevó a realizar un Erasmus en la Universidad de Tampere, en Finlandia. Allí estableció lazos con profesores y empresas, una experiencia que reforzó su convicción sobre la importancia de aprovechar las oportunidades que se presentan. "Me parece muy importante el abrirte a nuevos entornos, el retarte a ti mismo, salir de tu zona de confort porque ahí es donde vienen las oportunidades que menos esperas".

Al regresar a Madrid para completar su TFG, se encontraba en un punto de incertidumbre sobre su futuro. Su interés por la investigación y la tecnología médica la llevaron a postularse a una beca altamente competitiva de la UPM para trabajar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

La elegida entre miles de estudiantes para investigar en el MIT

Ana fue seleccionada entre miles de estudiantes para formar parte de un prestigioso laboratorio del MIT, especializándose en imagen y señal médica. Su investigación se centra en el desarrollo de tecnologías de ultrasonido para la medición no invasiva del flujo sanguíneo en la carótida común e interna con el objetivo de mejorar el diagnóstico cardiovascular. "He estado desarrollando técnicas de ultrasonido en colaboración con empresas como ‘Texas Instruments’, para poder caracterizar ese flujo sanguíneo".

Contacto con premios Nobel

Su experiencia en el MIT ha sido transformadora. Rodeada por algunos de los mejores científicos del mundo, ha aprendido no solo sobre ingeniería y tecnología, sino también sobre 'networking' y habilidades profesionales. "Este sitio es una locura. Estoy tan contenta de haber podido tener la oportunidad de estar aquí y estar haciendo esta investigación, no solo por todo lo que estoy aprendiendo, sino por la gente que estoy conociendo". Ha estado en contacto con premios Nobel, como Daron Acemoglu y Simon Johnson, y ha colaborado indirectamente con otros galardonados, como el premio Nobel de Química de 2024, a través de una científica costarricense con la que trabajó. "Estoy a un contacto de distancia de un premio Nobel ahora".

Admitida en el Imperial College London

Su experiencia finaliza en mayo y Ana ya está pensando en el siguiente reto, pero la facilidades no son muchas. Se ha dado cuenta de las barreras económicas que dificultan la educación superior: admitida en el Imperial College London para un máster, busca opciones de financiamiento ante las altas matrículas impuestas por el Brexit. "Estoy esperando a ver si me dan alguna beca, si me pueden reservar la plaza para más adelante o si alguna empresa, organización o fundación me ayuda".

"Mi sueño sería abrir un laboratorio de investigación en León"

A pesar de sus logros en el extranjero, Ana no olvida sus raíces. "Si me dijeras qué sueño tienes tú en tu vida, me encantaría abrir un laboratorio de investigación o una startup en León. Quiero devolver a mi ciudad y a mi familia todo lo que me han dado". Sin embargo, reconoce que el panorama de la investigación en España no es favorable, por lo que su camino, al menos a corto plazo, seguirá en el extranjero. 

"Quiero devolver a mi ciudad y a mi familia todo lo que me han dado"

Además, reivindica la necesidad de fomentar la presencia femenina en la tecnología y la ingeniería. "Ojalá más mujeres se animasen al mundo de la tecnología y de la ingeniería porque cada vez hay menos. Yo fui la única de mi clase y creo que las estadísticas no están mejorando".

La historia de Ana Pascual es la de una joven que ha sabido aprovechar cada oportunidad, enfrentarse a nuevos desafíos y forjar su camino con esfuerzo y pasión. Desde León hasta el MIT, su trayectoria es un ejemplo de cómo el talento, unido a la determinación, puede abrir puertas en cualquier parte del mundo. Su próximo destino está por definirse, pero una cosa es segura: donde vaya, seguirá dejando huella en la ciencia y la tecnología.