León frente al 8M: cuatro miradas y una realidad

Distintas edades, diferentes ámbitos laborales, distintas formas de enfocar el Día 8 de Marzo, pero todas estas mujeres tienen algo en común, “el feminismo sigue siendo necesario, aún hay cosas por cambiar.
María Martínez Ferreras, matrona
“Considero de vital importancia la celebración del 8M para reivindicar de manera colectiva los derechos políticos, sociales, económicos de las mujeres y niñas que siguen luchando por un mundo igualitario, libre de violencia y discriminación”, manifiesta María, con las ideas claras. “Queda mucho por conseguir aquí, pero más aún en países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo. Y esto también va por ellas”.
Pero si sus demandas como mujer no son suficientes, María hace hincapié, desde su visión como profesional de la salud en constante vínculo con la mujer, gracias a su labor como matrona, en la importancia, aún más si cabe, de reclamar por los derechos femeninos “ya que la salud reproductiva y sexual de la mujer siempre ha estado ligada a medidas e ideologías políticas”.
Continúa asegurando que “reivindicar los derechos de la mujer, como matrona, es fundamental para garantizar una atención de salud reproductiva respetuosa, equitativa y de calidad, promoviendo la autonomía de las mujeres y protegiendo el bienestar en todas las etapas de su vida”.
"La salud reproductiva y sexual de la mujer siempre ha estado ligada a medidas e ideologías políticas”
Uno de los problemas que advierte desde su puesto de trabajo y que está directamente ligado con la lucha feminista y las protestas del 8M son los “actuales permisos de maternidad”. Y es que, tal como afirma María, basándose en la normativa de la Organización Mundial de la Salud, que “destaca la importancia de la lactancia materna exclusiva los primeros seis meses de vida, en los cuales destaca su principal característica, que es a demanda. Esto se traduce en la necesidad de que el binomio madre-hijo se mantenga intacto”. Como matrona, advierte que la normativa española establece que el permiso de maternidad en la actualidad se limita a las 16 primeras semanas de vida del recién nacido, “cifra lejana a esos seis meses que la OMS califica la lactancia materna como “el método natural y óptimo para proporcionar los beneficios nutricionales, inmunológicos y que contribuyen al bienestar emocional y afectivo de ambos””.
Es solo un pequeño ejemplo de la necesidad de seguir reivindicando para lograr un claro objetivo, el bienestar de la mujer en la sociedad actual.

Elora Valbuena Vega, marketing y comunicación
“El 8M me encantaría que no fuese necesario, pero por desgracia lo es. Debería ser 365 D (365 días)”, declara Elora. Esta joven leonesa, que trabaja en el mundo del marketing y la comunicación, continúa comentando, basándose en las circunstancias e historia, que “es básico que exista un día donde se nos dé más voz, un día donde alcemos el hartazgo de una sociedad llena de desigualdades, pero también es cierto que me preocupa más la educación estructural, que un día en concreto”.
¿La solución? Aún no está clara, pero Elora aboga porque “todo se consigue con educación y con visibilidad, si conseguimos que el 8M haga de altavoz en ambas cosas me daría por satisfecha”.
Es cierto, que para poder llevar a cabo cualquier cambio, uno de los factores principales a tener en cuenta es el tiempo, sobre todo cuando “arrastramos un pasado”. “Avanzamos lento, muy lento. Es difícil un cambio tan radical con el arrastre que traemos detrás, pero como todo en la vida, es echarle ganas y voluntad y quizá es lo que falta”, reclama.
“Avanzamos lento, muy lento. Es difícil un cambio tan radical con el arrastre que traemos"
En cuanto a la vida laboral de las mujeres, Elora tiene claro que ha habido un cambio, “trabajamos más que antes, cuando las mujeres se encargaban de la casa principalmente”, pero recalca que esto no es suficiente, porque asegura que “igual que nos ha dado independencia económica, tenemos una dependencia hacia el cumplimiento” y continúa exponiendo que “seguimos trabajando en casa, y además fuera”.
Elora finaliza mostrando un halo de esperanza, “hay toda una generación, la nuestra y cercanas, que estamos dando pasos pero quizá son muy pequeños, quizá hay mucho ciego y ciega suelta”.
Sigue habiendo camino por delante, pero se están dando pasos en la dirección correcta.

Catin Díaz Nogal, responsable de pabellones deportivos del Ayuntamiento de León
Catin Díaz entró a trabajar en instalaciones deportivas del Ayuntamiento de León en el año 2000. Comienzos del nuevo milenio y “por aquel entonces, no había mujeres trabajando en instalaciones deportivas más allá que aquellas, con contratos temporales, que trabajaban en verano en las piscinas y las que estaban en las oficinas, el trabajo que por aquel entonces se entendía como femenino”, cuenta al Heraldo de León.
“Cuando yo entré, junto a mi compañera Elena, fuimos las primeras mujeres que nos encargamos del mantenimiento de las distintas instalaciones municipales, hacíamos el mismo trabajo que hasta el momento solo hacían hombres, segar los campos de fútbol, pintar las líneas, recebar, subirnos a andamios a pintar y todo lo que fuese necesario”.
Es cierto que, tal como destaca Catin, las cosas han cambiado en estos 25 años que lleva trabajando en el sector, “pero sigue sin haber muchas mujeres con puestos de responsabilidad fuera de las oficinas de la Concejalía de Deportes”.
"Hay muchos hombres que no se toman en serio la celebración del ‘Día de la Mujer’ ni la lucha que se lleva a cabo"
A pesar de que destaca la necesidad de seguir luchando para conseguir cambios y que la figura de la mujer esté considerada en todos los ámbitos en general, y en el suyo, el del deporte, en particular, de manera similar a la de los hombres, “no tengo claro si el 8M funciona”. “Y no por no ser necesarias todas las reivindicaciones”, asegura, “sino porque muchos hombres, trabajo con muchos y oigo lo que dicen sobre este día, no toman en serio la celebración del ‘Día de la Mujer’ ni la lucha que se lleva a cabo en las manifestaciones”.
Relata que, en muchas ocasiones, ha escuchado a hombres ir en contra del 8M alegando argumentos “típicos” como “¿para cuándo el día del hombre?”, entre otros. “No se dan cuenta de que nosotras hemos sido siempre las que han salido perdiendo y necesitamos que eso cambie”, afirma Catin, aunque, tal como asegura, teniendo en cuenta la visión que se puede llegar a tener del 8 de marzo, puede que el cambio se consiga mejor de otra forma, “siguiendo luchando día a día”.

Joaquina Álvarez Iglesias, ama de casa
“Venimos de un pasado en el que se educaba a la mujer para quedarse en casa y llevar el hogar. Y ni siquiera se consideraba como trabajo, era simplemente la ‘tarea del hogar’. Las cosas están cambiando, pero es complicado cambiar la mentalidad a toda una generación que se ha acostumbrado a vivir así”, asegura Joaquina. Ama de casa por elección, esta asturiana afincada en León hace casi cuatro décadas afirma que, aunque ella decidiese dejar la vida laboral fuera de casa, “siempre he estado trabajando y lo peor de hacerlo en casa es que es algo que no se valora. La carga es igual o más que trabajando fuera de casa, pero en este caso se da por hecho que las cosas tienen que estar hechas y ni siquiera hay una muestra de agradecimiento hacia los resultados”.
Comienza su intervención asegurando que no ve tan necesaria la celebración de manifestaciones el 8M, “es más importante reivindicar cada día que dedicar un único día a pedir cambios”, explica.
A lo largo de la conversación con el Heraldo de León, Joaquina continúa alegando que el mayor problema que ve es que “incluso nosotras somos las que echamos la leña sobre nuestro propio fuego. En el ámbito del hogar, las mujeres de cierta edad no ven normal que el hombre se encargue de tareas domésticas, por lo que se sigue dejando como herencia una mentalidad patriarcal de la figura del ‘ama de casa’. Basta ya de hablar de hombres que ‘ayudan en casa’, también viven allí, también es su labor, sobre todo en un momento en el que la mujer también tiene obligaciones laborales fuera del domicilio común”.
"Las mujeres siguen cobrando menos por hacer el mismo trabajo"
Y no solo eso, fuera de casa Joaquina también ve una gran problemática, “las mujeres siguen cobrando menos por hacer el mismo trabajo, en determinados puestos, que el hombre. ¿Esto por qué pasa? ¿No hacen lo mismo?”.
Lo que sí que tiene claro es que la solución radica en la educación, “el problema está en que nos han enseñado que las cosas son así y es lo que hay que cambiar y el primer lugar donde hay que hacerlo es dentro de casa”, asegura.
Finalmente, al volver a comentar la necesidad de la celebración del 8M, tras los múltiples argumentos aportados, Joaquina cambia su visión y concluye “es cierto que, teniendo en cuenta estos factores, puede que sí sea importante reivindicar el Día de la Mujer para que otras mujeres lleguen a ser conscientes de la necesidad de cambio y, sobre todo, de que el cambio está en sus manos”.

Necesidad de cambio, de educación y, sobre todo, de valoración. Esas son las conclusiones de estas cuatro mujeres. Da igual la edad, da igual el trabajo, lo importante es ir todas a una y lograr el objetivo común, la reivindicación de la figura femenina dentro del hogar y fuera, en el mundo laboral.