Itacyl anticipa una cosecha por encima de la media en León: trigo al 111% y cebada al 117%

Abril y mayo tienen la llave del año y aunque todavía es pronto para saber cómo vendrá la cosecha de cereal de este año, lo cierto es que el Instituto Tecnológico de Castilla y León (Itacyl), tiene buenas perspectivas de producción. Los boletines de simulación de rendimientos del ente público, sitúan las producciones por hectárea de trigo en la Comunidad, diez puntos por encima de la media de los últimos 30 años (100 por ciento), y las de cebada, con 14 puntos más. El dato de rendimiento previsto para el trigo (110 por ciento) es un punto superior al de la campaña pasada, y el estimado para la cebada (114), está nueve por encima.

El cultivo de trigo
Los datos que facilita en sus boletines Itacyl, que elabora junto a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), indican que los mayores rendimientos para el cultivo de trigo se producirían en la provincia de Zamora, 115 por ciento, es decir, 15 puntos por encima de la cosecha media (100), aunque el dato está por debajo del 128 por ciento de 2024. Asimismo, en Valladolid, se situarían 14 puntos por encima de la media de las últimas tres décadas, aunque el porcentaje también es inferior al de la campaña pasada, cuando se situó en el 128 por ciento, informa Ical.
Por lo que se refiere a Segovia y Soria, Itacyl contempla rendimientos de trigo del 112 y 113 por ciento, frente al 120 y 94 por ciento de la campaña pasada; en León, del 111 por ciento, cuando en 2024 se situaron en el 107 por ciento; y en Ávila, del 111 por ciento, cuatro puntos menos que el año anterior. Los rendimiento previstos en Palencia se situarían en el 110 por ciento, y en Burgos, en el 105 por ciento, mucho mejores que en 2024, cuando se situaron en el 91 y 99 por ciento, respectivamente. Salamanca aparece como la única provincia donde los rendimientos de cosecha de trigo podrían estar por debajo de la media, con un 99 por ciento, cuando en 2024 fueron excelentes, con un 120 por ciento.
En cuanto a la cebada
Por lo que se refiere a la cebada, los mejores datos de la previsión de rendimientos se otorgarían a las provincias de Palencia y Valladolid, del 119 por ciento en ambos casos, mejorando los porcentajes el 74 y 116 por ciento del año anterior. En la provincia de Zamora se situarían en el 118 por ciento, muy por encima de una cosecha media (100), pero diez puntos por debajo del dato de 2024 (128 por ciento); y en León se situarían los rendimientos de cebada en el 117 por ciento, mejorando el 112 por ciento de la campaña anterior.
Buenas perspectivas también se atisban para la cebada en Soria y Segovia, con rendimientos previstos del 117 y 113 por ciento, cuando en 2024 estuvieron en el 96 y 99 por ciento. Asimismo, también tendrían una recolección por encima de la media Ávila y Burgos, con el 112 y 108 por ciento, frente a porcentajes del 118 y 79 por ciento del año pasado. Por último, Salamanca es la única provincia con previsiones por debajo de una cosecha media del 99 por ciento por ciento, frente al 124 por ciento de 2024.
Falta rematar
Las organizaciones profesionales agrarias coinciden en valorar la situación actual como positiva, pero advierten que “es muy pronto para asegurar nada”. Así lo señala el secretario general de UPA en Castilla y León, Aurelio González, que reconoce, eso sí, que “para los cultivos herbáceos, está viniendo bien el año” y ahora “lo que hace falta es que en abril y mayo llueva lo que necesiten los cultivos” para desarrollarse “como lo están haciendo hasta ahora”.
En la misma línea, el presidente de Asaja, Donaciano Dujo, califica como “buenas” las previsiones de cosecha “a día de hoy”, pero matiza que “falta el final del ciclo”, en los meses de abril, mayo y junio, por lo que es “imposible hacer previsiones”. Eso sí, advierte que aunque la cosecha sea buena, animar a más agricultores a que regresen o se sumen al cereal de invierno en la próxima campaña “solo depende de la rentabilidad”, porque “aunque cojamos una buena cosecha, con estos costes de producción y el valor del cereal, el rendimiento es poco o nulo”.
Además, como apunta por su parte el coordinador autonómico de COAG, Lorenzo Rivera, se necesitarían producciones de 4.000 kilos por hectárea para conseguir balancear los costes, y aunque la situación por el momento es “muy buena” para el cereal, los meses de abril y mayo son “fundamentales” y “si se meten calores extremos en mayo, pueden bajar el peso específico de la cosecha hasta el último momento”, motivo por el que espera “temperaturas suaves y alguna lluvia que permita al secano seguir con la evolución que está teniendo”.
Finalmente, desde UCCL, el coordinador de la organización en Castilla y León, Jesús Manuel González Palacín, sentencia que “el campo está guapo” y la campaña “bien preparada” para una buena cosecha aunque, como sus homólogos, puntualiza que “quedan los meses más importantes para el cereal” y unos meses de mayo y junio “con altas temperaturas y sin lluvia pueden dar al traste con las expectativas de cosecha”.