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"Lo que estoy viviendo con el Trepalio es un sueño para mí"

Alejandro García, un joven talento de 18 años del Trepalio León Sala, ha vivido experiencias únicas gracias al fútbol sala, y a pesar de las dificultades a las que el equipo tiene que hacer frente, el éxito individual y colectivo está siendo imparable
Alejandro García, estudiante.
Alejandro García, estudiante.

Alejandro García, un joven talento del fútbol sala leonés, vive su sueño cada día con la camiseta del Club Trepalio. A sus 18 años, ya es una pieza clave en el equipo juvenil de División de Honor, pero también ha tenido la oportunidad de jugar con el primer equipo en la Tercera División del fútbol sala español. Sin embargo, Alejandro no se limita al deporte; también es estudiante de Educación Primaria en la Universidad de León, lo que refleja su compromiso con el futuro tanto dentro como fuera de la pista.

4 años desde sus inicios en el fútbol sala

Su historia comienza como la de muchos jóvenes en León, jugando al fútbol hierba en su tiempo libre. "Toda mi vida llevo jugando al fútbol hierba en Casa León con mis amigos". Desde pequeño, Alejandro fue un apasionado del fútbol, pero su trayectoria dio un giro cuando, en su etapa infantil, se unió a la Peña y más tarde a la modalidad de fútbol sala, hace ya cuatro años. Su llegada al fútbol sala no fue un simple cambio de deporte, sino una decisión que tomó porque "quería cambiar un poco de aires", pero que ha transformado su vida y le ha permitido vivir experiencias que jamás había imaginado.

El Club Trepalio León Sala ha sido su casa durante los últimos dos años. "En este tiempo he vivido experiencias únicas gracias al fútbol sala, como la participación en la previa de un campeonato de España en Barcelona, donde el equipo se clasificó entre los 16 mejores del país de la categoría juvenil". Un logro que quedará marcado en su memoria, junto con la segunda posición en la liga de su grupo de División de Honor el año pasado. Este curso, el equipo se mantiene invicto, lo que les ha permitido clasificarse para la Copa de España Juvenil, que se celebrará en Murcia en abril.

Un camino con dificultades

A pesar de los éxitos, Alejandro reconoce que el camino no está exento de dificultades. "Lo único malo de este deporte son las pocas ayudas que nos ofrecen a los clubes". La falta de recursos y el escaso mantenimiento de los pabellones son algunos de los problemas más frecuentes que enfrentan, como las goteras que, en ocasiones, han imposibilitado los entrenamientos e incluso han derivado en la suspensión de partidos. "Varios días nos hemos quedado sin entrenar e incluso hemos llegado a tener que suspender partidos por el peligro que esto nos puede llegar a causar a los jugadores", lamenta.

Objetivos claros

Sin embargo, Alejandro se mantiene optimista. Su objetivo para esta temporada es claro: "lograr disputar el campeonato de España de juveniles nuevamente", y ya han alcanzado una de las metas más deseadas al clasificarse para la Copa de España Juvenil. Para él, estar entre los mejores jugadores del país es un sueño hecho realidad, y no hay nada que lo motive más que seguir avanzando junto a su equipo. "Esto que estoy viviendo con el club es un sueño para mí: estar entre los mejores jugadores de España jugando al deporte que siempre me ha gustado". 

Esto que estoy viviendo con el club es un sueño para mí: estar entre los mejores jugadores de España jugando al deporte que siempre me ha gustado

Al margen de su éxito personal, Alejandro tiene un mensaje claro para las nuevas generaciones. "Recomiendo a todos los niños a practicar el fútbol sala desde pequeños, aunque no sea tan vistoso como el fútbol tradicional" porque, en sus palabras, "es incluso más divertido y dinámico".

En una ciudad como León, donde el deporte es una parte esencial de la vida cotidiana, figuras como Alejandro García son un ejemplo del esfuerzo y dedicación que el fútbol sala requiere. Mientras continúa su carrera, tanto en lo académico como en lo deportivo, su historia se convierte en un reflejo de lo que significa soñar, luchar y trabajar por lo que uno quiere.