La Ponferradina mete (mucha) presión
El Toralín vivió este domingo una auténtica batalla futbolística. La SD Ponferradina, impulsada por su afición y por una intensidad admirable, superó por 3-2 a un combativo Osasuna B que no bajó los brazos en ningún momento.
El triunfo, sellado en el minuto 90 con un cabezazo de Pau Ferrer, permite a los bercianos mantener su pulso por el ascenso directo en un partido que lo tuvo todo: goles, emoción y giros inesperados.
Un gol que vale su peso en oro
🏅 ¡𝗨𝗡 𝗚𝗢𝗟 𝗤𝗨𝗘 𝗩𝗔𝗟𝗘 𝗦𝗨 𝗣𝗘𝗦𝗢 𝗘𝗡 𝗢𝗥𝗢!
🔥 @PauFerrer_6 pone en pie a toda la afición de la @SDP_1922.
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Inicio fuerte de la Deportiva
La Ponferradina arrancó con el dominio claro del balón, aunque sin generar grandes ocasiones. Fue en el minuto 19 cuando Borja Valle, muy activo por la banda derecha, desbordó y puso un centro medido al corazón del área que Bustos remató llegando desde atrás para abrir el marcador.
Poco después, Álex Costa fue derribado dentro del área tras un córner, y el propio Borja Valle se encargó de transformar el penalti y poner el 2-0. El equipo berciano parecía tener el partido bajo control.
Las claves del partido
La Deportiva salió muy concentrada y aprovechó al máximo sus primeras llegadas. En menos de 10 minutos marcó dos goles (Bustos y Borja Valle de penalti), lo que le permitió tomar ventaja y jugar con cierta tranquilidad en el primer tramo. Esa pegada inicial fue clave para marcar el ritmo del encuentro.
El filial navarro demostró carácter al empatar el partido en apenas dos minutos (min. 37 y 39), ambos goles desde fuera del área. Ese golpe psicológico pudo haber sido decisivo, pero la Ponferradina logró mantenerse en pie y recomponerse defensivamente en la segunda parte.
Aunque el partido se volvió más cerrado en la segunda mitad, el equipo berciano nunca dejó de buscar el gol. La entrada de Pau Ferrer fue determinante: primero rozó el gol en el 81’ y luego lo consiguió en el 90’, con un cabezazo que sentenció el duelo. Ese esfuerzo sostenido y la confianza en su juego marcaron la diferencia.
Reacción relámpago de Osasuna B
Pero el filial rojillo no tardó en responder. Primero fue Jon García con un disparo certero desde la frontal (min. 37) y apenas dos minutos después Arguibide empató con otro latigazo desde fuera del área que tocó en un defensor y despistó a Andrés Prieto. En apenas tres minutos, el partido volvía a comenzar.
Segunda mitad de infarto
La segunda parte fue una constante pugna en el centro del campo, con llegadas de ambos equipos. Yeray tuvo una buena oportunidad en el 60', y en el 81' el estadio se levantó con una clarísima ocasión de Pau Ferrer que desbarató Stamakis con una parada salvadora. Pero el destino tenía reservado un final feliz para los locales.
El gol de la victoria, en el último suspiro
Cuando el empate parecía inevitable, en el minuto 90 apareció Pau Ferrer. El delantero se elevó con todo en el área para conectar un cabezazo certero que hizo estallar El Toralín. Un gol de oro que vale tres puntos vitales para una Ponferradina que se niega a rendirse en su lucha por regresar al fútbol profesional.