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Los esclavos del carbón

La historia de los dos destacamentos penales que existieron en Orallo y Villaseca de Laciana entre 1941 y 1944 se puede revivir en una gran exposición y un libro de la mano del Club Xeitu
La Fundación Sierra Pambley de Villablino recupera, de la mano del Club Xeitu, la memoria de los presos mineros de los destacamentos penales de Laciana en una exposición única.
La Fundación Sierra Pambley de Villablino recupera, de la mano del Club Xeitu, la memoria de los presos mineros de los destacamentos penales de Laciana en una exposición única.

Desde hace semanas se encuentra abierta la muestra 'Esclavos del carbón' es una de las grandes citas para quienes quieran conocer la memoria de una provincia esencialmente minera.

La exposición deja ver la historia y memoria de los presos mineros de los destacamentos penales de Laciana. Una exposición en la Fundación Sierra Pambley de Villablino que recupera la memoria de 245 presos obligados a trabajar en las minas de Orallo y Villaseca de Laciana para purgar sus penas en tiempos del franquismo.

Información, fotografías y documentos de época que al mismo tiempo se muestran en el libro que el Club Xeitu acaba de editar, recuperando la historia de los dos destacamentos penales que existieron en Orallo y Villaseca de Laciana entre 1941 y 1944.

245 presos políticos

En ellos, al menos 245 presos políticos prestaron trabajos forzosos como mineros de carbón en plena posguerra para la empresa MSP.

La iniciativa ha sido promovida por el citado Club Xeitu y cuenta con la colaboración de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática del Gobierno de España, el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, y la Fundación Sierra Pambley.

Allí se podrá descubrir la vida, la mala vida, de quienes se vieron obligados a bajar a la mina para redimirse ante una sociedad que precisaba de mano de obra barata.

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Imagen de parte de la documentación recuperada por el Club Xeitu para la muestra y el libro.

Un libro y una exposición para entender todo lo que pasó en los destacamentos penales de Orallo y Villaseca de Laciana.

Uno de los aspectos que descubrirán quienes se acerquen a visitar la exposición o lean el libro 𝘌𝘴𝘤𝘭𝘢𝘷𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘢𝘳𝘣ó𝘯, son las difíciles condiciones de vida a que tuvieron que hacer frente los reclusos de los destacamentos penales en plena posguerra. 

Abusos y corrupción

Fue una situación que, como el conjunto de la sociedad, aceptaron con resignación, pero sobre la que en 1944 un grupo de presos del destacamento de Orallo denunció un presunto caso de abuso y corrupción.

En concreto, fueron 17 los presos que acusaban al oficial jefe del destacamento, Lucas Martínez, de vender vinos y sidras a los presos sin límite, provocando habituales casos de embriaguez; abusos con los víveres destinados a la población reclusa, desde llevarse en ocasiones productos a su casa a materializar la compra a su propia familia de una importante cantidad de patatas podridas; así como aprovecharse de lo que calificaban como “negocio” con la reparación del calzado de los presos que llevaba a cabo uno de ellos en el propio destacamento.

Uno de los aspectos que descubrirán quienes se acerquen a visitar la exposición o lean el libro 𝘌𝘴𝘤𝘭𝘢𝘷𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘢𝘳𝘣ó𝘯, son las difíciles condiciones de vida a que tuvieron que hacer frente los reclusos de los destacamentos penales en plena posguerra.

Gracias al hallazgo de un expediente conservado en el Archivo General de la Administración, y varios vales como los de la fotografía, se ha podido podido recuperar y contar este testimonio de nuestra historia reciente.