Unicaja Banco busca una salida al 'búnker' de Puente Castro tras una década sin uso

Unicaja Banco ha reactivado su intención de dar un nuevo uso al emblemático complejo de Puente Castro, en León capital, conocido popularmente como el búnker. El edificio, que durante décadas fue un símbolo del poder financiero de la desaparecida Caja España, se encuentra prácticamente en desuso desde hace años.
Ahora, la entidad bancaria está abierta tanto a su venta como al alquiler parcial, buscando recuperar parte de la inversión que supuso su construcción a finales del siglo pasado.
Una infraestructura sobredimensionada
Ubicado estratégicamente a la salida de León, en la carretera N-601 hacia Valladolid, el complejo ocupa una parcela de 93.619 metros cuadrados, con algo más de un tercio de superficie construida.
El inmueble está formado por tres edificios interconectados, con tres plantas, sobrecubierta y sótano, además de cinco aparcamientos con capacidad para 277 vehículos. Incluso dispone de zonas habilitadas para instalaciones deportivas, sociales o de ocio.
De símbolo de expansión a lastre inmobiliario
Inaugurado en 1990, el complejo coincidió con la gran fusión de las cajas de ahorro de Castilla y León que dio lugar a Caja España. La magnitud de las instalaciones respondía a la ambición de una entidad que por entonces aspiraba a consolidarse como referente regional. Llegó a acoger a 600 empleados y se convirtió en sede de numerosas asambleas y órganos de gobierno de la posterior Caja España-Duero.
Pero con la reestructuración del sistema financiero y las sucesivas fusiones, primero con Caja Duero y después con Unicaja, el llamado búnker ha ido perdiendo protagonismo y personal. Hoy, tan solo una treintena de trabajadores ocupan algunos despachos del ala derecha, el único espacio que sigue operativo.
Precio a convenir y múltiples posibilidades
Desde hace casi una década, Unicaja Banco intenta encontrar un destino para este inmueble. El deterioro de su uso ha obligado al cierre progresivo de distintas zonas para reducir costes. Ahora, la entidad está dispuesta a negociar condiciones “a convenir”, ya sea para su venta completa o para una ocupación parcial que permita rentabilizar la infraestructura sin necesidad de desprenderse de todo el complejo.
La propuesta no solo busca responder a las necesidades actuales de eficiencia, sino también atraer proyectos que puedan revitalizar una zona emblemática de León que durante años fue centro neurálgico del sistema financiero regional.