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Leoneses en la Exposición Nacional Vinícola de 1877

La exposición se inauguró el 1 de abril de 1877 por el rey Alfonso XII, y fue clausurada el 30 de junio de ese mismo año | Se presentaron 847 clases de vinos, aguardientes, vinagres y otros caldos representantes de todas las regiones vinícolas españolas y, entre ellas, la provincia de León que tenía alrededor de 17.700 hectáreas de viñedo
 
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Faenas de vendimia en el campo leonés.

En el año 1877 se celebró en Madrid una gran Exposición Vinícola Nacional, organizada por iniciativa del Ministerio de Fomento, dirigido por Francisco Queipo de Llano, en el segundo Gobierno de Cánovas del Castillo, en aplicación de la idea ilustrada del fomento intelectual y material del país, para favorecer el desarrollo industrial y la competitividad de nuestros productos. Los principales objetivos que pretendía esta iniciativa, según consta en la exposición de motivos del Real Decreto de 15 de septiembre de 1876 de convocatoria y regulación, eran:

— “Conocer las clases de mostos, madres, vinazas, heces, posos y caldos que se forman y extraen de los productos de la agricultura española, las bebidas que de ellos se fabrican, los procedimientos que se usan para la elaboración y conservación de los vinos y demás productos que de ellos se derivan, y los aparatos, instrumentos, herramientas, utensilios y materias naturales y químicas de todo género que para ello se emplean.

— Estudiar por medio de la cata y los análisis químicos los diversos elementos de que se componen las bebidas que se exhiban, y la fuerza alcohólica que tengan.

— Formar el nomenclátor, la estadística y el plano de esa producción, con todas las clasificaciones y pormenores posibles, y el libro donde haya de publicarse el resultado de los trabajos, en el cual deberá hacerse constar cuantas noticias sean convenientes acerca de la esencialidad y forma de los productos, a fin de que puedan ser conocidos y útiles a la producción y al tráfico vinícola, tanto dentro como fuera de España.

Palacio de la Exposición
Palacio de la Exposición Nacional Vinícola de 1877 en Madrid.

Por aquellos años la filoxera arrasaba las vides en Francia, desgracia que para España se consideró una oportunidad para que se convirtiera en una primera potencia en el sector del vino. Así se decidió organizar en Madrid una Exposición Vinícola Nacional. 

La exposición se inauguró el 1 de abril de 1877 por el rey Alfonso XII, y fue clausurada el 30 de junio de ese mismo año. Se presentaron 847 clases de vinos, aguardientes, vinagres y otros caldos representantes de todas las regiones vinícolas españolas y, entre ellas, la provincia de León que tenía alrededor de diecisiete mil setecientas hectáreas de viñedo, según el censo agrario elaborado por Cecilio Díaz Garrote en 1870, lo que representa aproximadamente un 4,3 % de la superficie cultivada en la provincia, contribuyó con una muy minoritaria participación de 14 bodegueros y viticultores, y la presencia institucional del Ayuntamiento de Pajares de los Oteros pertenecientes a dos zonas de producción: una situada al Noroeste y separada del resto por una gran estribación de la cordillera Cantábrica, región conocida con el nombre del “Vierzo” que disfruta de un microclima mediterráneo lo que posibilita un desarrollo excelente de la viticultura. 

La otra es la comprendida entre las cuencas de los ríos Esla y Cea donde se encuentra la conocida Comarca de Los Oteros con sus características bodegas-cuevas en cuyo interior se goza de un microclima excelente. Entre ambas zonas vinícolas tenemos el municipio de Astorga que hace como nexo de unión entre ellas, un lugar donde el sector vinícola fue muy importante pero que en estos momentos estaba en trance de desaparición. De la zona de El Bierzo hubo una representación de tres viticultores, uno de ellos de Ponferrada y dos de Salas de los Barrios o “Los Barrios de Salas” como era conocido el municipio en aquellos años. La segunda zona estuvo representada por los municipios de Audanzas del Valle, Benazolve, Pajares de los Oteros, Sahagún, Villamañán y Villafañe. Esta representación supuso una muy escasa participación en comparación con otras provincias españolas de característica similares en cuanto a la extensión dedicada al cultivo de viñas.

Productores de la provincia leonesa

Los productos presentados por la provincia leonesa podemos diferenciarlos según las zonas de origen, los viticultores de la zona del Bierzo presentan vinos blancos elaborados con diversas variedades de uvas blancas incluida la Godello que comenzaba a implantarse en la zona. En la zona sureste de la provincia nos encontramos con la presencia de vinos tintos en su mayoría, elaborados con uvas Prieto-Picudo (representaba el 80% del total de la producción provincial) junto con la tinta Real, Pardura y Morisca; los pocos vinos blancos de esta zona suelen estar elaborados con una gran variedad de uvas, entre estas podemos destacar las variedades Verdejo, Albilla, Gualarida, Alcabril blanco, Agudillo, esta última muy utilizada en la elaboración de los vinos claretes.

Los organizadores de este evento (Junta y Jurado) presididos por José de Cárdenas, Director general de Agricultura, Industria y Comercio, decidieron que los productos a presentar se dividieran en siete clases, cuatro de las cuales estuvieron representadas por algunos viticultores de la provincia de León, sobre todo en la Clase 2ª (vinos de capa, pasto, licorosos y generosos) con 14 participantes y diversas variedades distintas de vino, la mayoría de ellos vinos comunes o de mesa. En la Clase 4ª (alcoholes secos, dulcificados y perfumados) hubo un solo representantes con Aguardiente de uva. En la Clase 5ª (licores de todas clases) tenemos a dos participantes, destacando el viticultor de Astorga por su variedad de productos. Finalmente, en la Clase 7ª (Vinagres de uva y de otras materias, naturales o artificiales) un solo representante con Vinagre de uva blanca.

El pabellón de León

Dichos organizadores, decidieron conceder dos tipos de premios, uno para los grandes centros de producción y exportación, y otro individual para los pequeños y medianos viticultores. El Jurado tenía ante sí una difícil decisión ya que se iba a juzgar una industria que está en muchas regiones en la infancia vitivinícola pues por una parte tenemos grandes y poderosos productores y por otro lado existe un gran número de pequeños y medianos viticultores. En este sentido son dignas de destacar las palabras del ilustre militar, político e historiador Agustín Fernández de la Serna con respecto a la Exposición Vinícola, “Vais a juzgar dentro de poco, a pigmeos y a gigantes: no midáis con el mismo rasero a los unos y a los otros”.

Para el buen desarrollo de la Exposición se crearon Comisiones Provinciales, con el fin de promover la asistencia y facilitar el envío de productos. Estas comisiones se componían de un Presidente que sería el Gobernador de León, asistido por el Vicepresidente de la Diputación, el Presidente de la Junta provincial de Agricultura, Industria y Comercio, el Presidente de cada una de las Sociedades agrícolas existentes, así como el Presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País, el Jefe de Fomento y los productores que el Gobernador considere oportunos por sus conocimientos en la materia.

El Pabellón de la provincia de León estuvo situado en la Instalación número 7 de la Sala 4ª a cargo del ingeniero Guillermo Martorell (vocal de la Junta y Vice-comisario) una persona experta en estos eventos ya que anteriormente fue consejero de la “Empresa de Exposiciones de Madrid” y vocal de la Comisión encargada de promover y dirigir los productos españoles a la Exposición Universal de Filadelfia en 1876; ayudándole en las instalaciones estuvieron el capitán de ingenieros Joaquín Ruiz y Ruiz, y el ya mencionado Agustín Fernández de la Serna, en este momento, capitán de infantería. La Instalación número 7 que también acogió a otras provincias está formada por una gran estantería dividida en tres cuerpos. El central lo constituían cuatro arcos circulares, superpuestos que termina en un gran canastillo, del que parte una línea general de botellas en figura de vierte-aguas. En los extremos, dos escaparates con base y remate de barrilería. Aquí será donde expusieron los viticultores que se relacionan a continuación según las zonas de producción.

Organizadores
Organizadores de la Exposición Nacional Vinícola de 1877.

 

El Bierzo (Vierzo)

Por la zona de El Bierzo tenemos a los siguientes viticultores:

Anastasio Álvarez y González, catedrático de Medicina en Madrid y miembro del Instituto Homeopático madrileño, que tenía grandes posesiones de viñedos en Ponferrada de donde era originario y que como él mismo reconocía tiene una producción de unas 2.000 cántaras de vino y piensa en superar dicha producción en los próximos años. Presentó un vino blanco de la cosecha de 1875 y con un precio de 3,50 ptas. la cántara.

José María González de la Carrera, era un gran bodeguero de Villar de los Barrios con una producción de unas 2.500 cántaras de vino, persona muy avanzada y gran humanista para su época, así como un prolífico inventor como se puede ver en el Museo del Ferrocarril de Ponferrada. Había participado en la Exposición Universal de París de 1873 y en la Exposición Regional Leonesa de 1876 donde obtuvo varios premios, entre ellos la Medalla de Bronce por su vino tostadillo. Es uno de los viticultores que más productos presentó, estos fueron: vino común de pasto, blanco, del año 1874 a 3,75 ptas. la cántara; vino común del año 1873 a 4 ptas.; vino común, arropado de 1875 a 15 ptas.; vino tostado generoso dulce a 50 ptas. y vino tostado generoso seco a 75 ptas. Además, de estos vinos presento vinagre de vino blanco a 3,75 ptas. la cántara.

Luis Sanjuán, bodeguero de Salas de los Barrios perteneciente a una de las familias más poderosas de la zona, con representación en Madrid a cargo de D. Anastasio Álvarez, y saca al mercado una producción de unas 3.600 cántaras. Presentó un vino blanco de 1875 a 3,50 pesetas la cántara.

En la zona Sureste de la provincia nos encontramos con los siguientes viticultores:

Cayo Balbuena López, abogado de profesión en León capital donde desarrolló su carrera política, en el plano local, al ser concejal para finalmente ocupar la Alcaldía de la capital. Este viticultor al que se puede calificar de terrateniente por las numerosas fincas rusticas que heredó de su padre, procedentes de la desamortización, desarrolló también su actividad económica en los campos de transporte por ferrocarril y en el de la minería, siendo contratista en el primero y dueño de varias explotaciones en el segundo. En cuanto al asunto de la viticultura, su producción era de unas 1.500 cántaras y presentó un vino común de pasto, clarete, a 3,50 ptas. la cántara y un Licor estomacal, aromático, obtenido a partir de la maceración de hiervas aromáticas en aguardiente.

Paraje de Los Oteros
Paraje de Los Oteros.

José Fernández García, era un innovador viticultor de Sahagún ya que en la elaboración de los vinos utilizaba uvas tendidas y desecadas, además de utilizar una desgranadora cilíndrica y una pisadora al estilo alemán. En 1876 participó en la Exposición Regional Leonesa donde obtuvo medalla de bronce por sus chocolates, otra de sus actividades comerciales. Sus viñas estaban constituidas fundamentalmente por uva verdejo y albillo de las cuales obtenía el vino blanco, común y embocado que presento en la Exposición a un precio de 7,70 pesetas la cántara.

Antonio y Juan González Garrido, eran unos modestos viticultores de Audanzas del Valle que producían unas 1.250 cántaras de vinos que elaboraban con una gran cantidad de variedades de uva que en su mayoría se consumía en Galicia, no obstante, también tenían una representación en Madrid que la gestionaba su paisano Darío de Lezama. A la exposición llevaron un vino natural, de pasto, tinto a 2,90 pesetas la cántara.

Valencia de Don Juan

Pedro Isla de Quevedo, persona acaudalada e influyente en la zona de Valencia de Don Juan, que fue Teniente Coronel de Infantería hasta 1871 fecha en la que fue apartado del servicio por abusos cometidos en la Caja de Reclutas de León, se dedicaba a la vez a elaborar vinos blancos con las variedades de uva, gualarido y verdejo; los tintos con prieto-picudo fundamentalmente junto con tinta Real. Tenía una producción en torno a las 3.700 cántaras y presentó un vino de pasto de uvas procedentes de las viñas situadas en el paraje conocido como Valle de Benazolve a un precio de 2,50 pesetas la cántara.

Darío de Lezama y Puigdollers, como en el caso anterior también fue militar que estaba afincado en Madrid después de haber pasado por las Legaciones Españolas en París y Méjico, retirándose del ejército en 1855 como Teniente de infantería en el Regimiento de Almansa. Tenía viñas en Audanzas del Valle junto a su hermana Margarita que era la mayor productora de los dos, alcanzando unas 1.250 cántaras de vino la mayoría consumido en Galicia. Darío presento un vino tinto, de mesa, muy ligero a 2,50 ptas. la cántara y su hermana Margarita un vino tinto, natural, de pasto a 2,90 pesetas.

Villamañán

Salustiano Posadilla y Colombres, era de Villamañán, pero residía en León donde ejercía como Contador de Fondos provinciales en la Diputación y fue miembro de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos dependiente de la Real Academia de la Historia de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Tenía viñas en su pueblo natal que le producían unas 1.500 cántaras de vino de las cuales presentó en la exposición un vino tinto, natural, de pasto de la cosecha de 1876 a 3 ptas. la cántara.

Julio Puyol y Alonso, nació en León en 1865 y era hijo del ingeniero jefe de Obras Publicas en la Diputación Juan Puyol y Marín que a su vez presidió la Sociedad Económica de Amigos del País en León y uno de los promotores del Monte de Piedad y de la Caja de Ahorros de León. Además, era un estudioso de la viticultura como demuestra el contenido de su libro “Breves noticias acerca de la Filoxera Vastratix” que publico en 1881. La familia poseía viñedos en Villafañe de los cuales obtenía una producción de unas 1.250 cántaras de vino, muchas de ellas dedicadas a la exportación como hace constar en el vino de mesa, que presentó a la exposición, de la cosecha de 1875 y conservado en pequeñas vasijas de roble a un precio de 3,20 ptas. la cántara.

Frutos María Sánchez, era un conocido propietario de León por haber comprado tierras desamortizadas de la Encomienda de la Orden de San Juan en 1848, en Villafañe donde poseía gran extensión de viñedos que le producían unas 2.500 cántaras de vino.

Persona muy implicada en la lucha contra la prevención Filoxera, por lo cual fue nombrado miembro de la Comisión creada en León con tal fin. A la exposición presentó un vino de mesa tinto de la cosecha de 1876 a un precio de 2,40 ptas. la cántara.

Dentro de esta zona y como representación de la Comarca de los Oteros tuvo presencia el Ayuntamiento de Pajares de los Oteros promocionando sus vinos tino de pasto y dulce moscatel.

Astorga

Fuera de las dos zonas anteriores tenemos un viticultor en la Ciudad de Astorga, Ángel María Bustamante y Moralejo un conocido industrial en el mundo de los licores que ya había participado en las Exposiciones Universales de Viena en 1873 y de Filadelfia en 1876 donde obtuvo un Diploma de Méritos. En la exposición de Madrid presentó un vino verdejo, rancio, a 1,75 ptas. la botella de ¾ de litro, junto a los siguientes licores: Aceite de anís escarchado a 2,5 ptas., Marrasquino a 1,50 ptas., Crema de guindas a 2 ptas. y Ponche añejo tónico a 2,50 ptas. la botella de ¾ de litro.

Finalizamos esta relación con  Amparo Piñán Alonso (viuda de Jove), residente en León e hija de Juan Piñán de Valencia de Don Juan, una familia que habían sido foreros de los herederos del Marques de Astorga. Persona muy influyente en el distrito electoral de su municipio desde la Diputación Provincial en 1844 pasando por el Gobierno interino de la provincia en 1850 y terminando como Senador en 1872. En la exposición presentó un vino llamado Jove-Campona de la propiedad “La Campona” que tenía su difunto marido en la parroquia de Peñaflor en el municipio de Grado (Asturias) a 10 pesetas la cántara.

Una vez hecha la compilación de participantes en la Exposición Nacional Vinícola vemos como todos ellos eran grandes bodegueros y viticultores de la provincia, varios de los cuales desempeñaban otras actividades profesionales en Madrid o en León capital y no se encuentra ningún pequeño o mediano viticultor, con lo cual no se pudo medir la calidad de los vinos de unos y otros productores como pedía Agustín Fernández de la Serna en sus recomendaciones al Jurado.

Imagen de la Exposición
Imagen de la Exposición

Este acontecimiento para el fomento de un sector económico de primer orden en España, antes y ahora, constituyó un hecho histórico en la viticultura española, no así para el pequeño viticultor leonés que desaprovecho la ocasión que se le brindaba para la modernización de sus estructuras productivas tales como el cultivo de las vides y la recogida de la uva, así como el de los tratamientos fitosanitarios en un periodo donde la plaga de la Filoxera estaba al acecho, sin olvidar  la mejora tecnológica y  organizativa de sus bodegas o lagares para llevar a cabo el pisado y prensado de las uvas, y conocer los principales envases de fermentación y almacenamiento del vino, tales como toneles o cubas de madera principalmente y algunas tinajas de barro, estas en menor medida. De esta forma se pretendía obtener una mejor calidad en los productos derivados de la uva y así poder ser más competitivos y acceder a nuevos mercados vinícolas. 

No obstante, no podemos olvidar que entre estos pequeños viticultores existió un numeroso grupo que elaboraba vinos comunes para consumo propio y que comercializaban el excedente en un mercado local con pequeñas ventas a sus vecinos carentes de viñas o profesionales de otros sectores económicos.