La industria agroalimentaria se concentra, pierde efectivos pero triplica las empresas de entre 200 y 249 trabajadores en un año

Las industrias agroalimentarias de Castilla y León tienden a la ganar tamaño y concentrarse, con mayores niveles de empleo y facturación y una apuesta por la inversión. La conclusión se extrae del último Informa Anual de la Industria Alimentaria Española 2024-2025 publicado recientemente por el Ministerio de agricultura, Pesca y Alimentación, donde se refleja que el sector cuenta, con datos a 1 de enero de 2024, con 2.807 empresas, 60 menos que el año anterior, pero triplica las de entre 200 y 249 empleados. La reducción del numero de empresas ha sido continua los últimos años y lejos quedan ya las 3.152 que operaban un lustro antes.

El departamento que dirige Luis Planas revela que el número de actividades agroindustriales con entre 200 y249 empleados pasan de tres a nueve, y ya suponen el 14,1 por ciento del total nacional, la segunda autonomía con mayor número, cuando un año antes eran el 5,1 por ciento. También gana seis empresas, el grupo de entre diez y 49 trabajadores, hasta las 489, con un peso nacional del 9,3 por ciento.
Las industrias del sector con 250 o más trabajadores, se quedan en 15, una menos, con un peso del 5,9 por ciento en el conjunto de las autonomías; y las de entre 50 y 199 empleados, también pierden solo un efectivo, y absorben el 8,5 por ciento de las nacionales.
La sangría se produce en las agroindustrias con menos de diez empleados, que ascienden a 2.228, el 79,3 por ciento del total, con una merma del tres por ciento, con 70 menos, y un peso nacional del 10,3 por ciento. En global, el tejido del sector de la Comunidad, representa el 10,1 por ciento del global en España (27.896), solo por detrás del 18,6 por ciento de Andalucía (5.186), y el 13,2 por ciento de Cataluña (3.693).
El presidente de la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León (Vitartis), Santiago Miguel Casado, asumió que se vive “un momento en el que se está produciendo una concentración” y consideró “bueno” que las empresas ganen tamaño y adquieran una “dimensión adecuada” que les permita una “mayor sostenibilidad”. “Hay una selección natural en la que cierran empresas que por tamaño son menos viables y, por tanto, menos sostenibles a lo largo del tiempo y que prevalecen otras que, justamente, tienen una dimensión adecuada”, razonó en declaraciones a Ical.
Empleo
El informe publicado por el Ministerio de Agricultura, recogido por Ical, también precisa que el sector da empleo a 44.511 personas en la Comunidad, lo que supone, con datos a 31 de diciembre de 2023, la creación de 586 puestos en un año. La cifra de empleo agroindustrial de la Comunidad, representa el 9,3 por ciento del total nacional.
En este sentido, el consejero delegado de Grupo Hermiel recordó que el 45 por ciento de las empresas agroalimentarias se asientan en poblaciones de menos de 2.000 habitantes y con su actividad son capaces de “hacer crecer la población del medio donde desarrollan su actividad”. “Las personas que vienen a trabajar, al final tienen sus hijos, que demandan servicios y por lo tanto no se cierran o se abren escuelas y se asienta la necesidad de tener desde una tienda que suministre los alimentos básicos a incluso una guardería, en definitiva, dotarlo de servicios y al final de vida”, argumentó.
Inversiones
Otro dato del estudio incide en el volumen de inversiones en activos materiales del sector, que se sitúan en los 557 millones de euros en 2023, con un descenso en 65 millones respecto al año anterior. Un cifra importante, no obstante, que puso mermar a juicio Santiago Miguel Casado “probablemente por la incertidumbre”.
“El dinero es temeroso, la seguridad jurídica es muy importante y cuando ves que te pueden cambiar las reglas de juego en el corto plazo, pues las personas, lógicamente, a la hora de tomar decisiones sobre la inversión dicen vamos a esperar a ver qué es lo que va a pasar realmente”, comentó, para agregar que “Cuando tenemos estabilidad, al final la inversión crece y se consolida”.
El presidente de Vitartis ensalzó también el arraigo del empresariado agroalimentario de Castilla y León “con su tierra” porque sus actividades tiene “raíces muy profundas”. “Cuando alguien decide invertir en un territorio es muy difícil luego deslocalizarse y eso yo creo que genera una base muy sólida que debe garantizar un futuro positivo para la comunidad autónoma”, dijo.
Facturación
En cuanto a la facturación del sector, la Comunidad se sitúa a la cabeza en crecimiento entre las autonomías con un 13,6 por ciento, y 16.280 millones de euros en 2023, y se consolida como la tercera en España, solo por detrás de Cataluña (23,2 por ciento) y Andalucía (13,3 por ciento).
Al respecto, reconoció que hay empresas que han crecido en facturación por efectos de la inflación, de la mano de la subida de costes de materias primas, de la energía, de los inputs, pero también dejó claro que también permitió crecer “el hecho de abordar otros mercados fuera de nuestros territorios, pues hace que crezcamos también en volumen”.
El alto ejecutivo resumió que en Castilla y León se cuenta con un sector agroalimentario “potente, sano, con una rentabilidad que supera la media nacional” y auguró que seguirá “arrojando cifras positivas en cuanto a facturación, en cuanto a empleo y a la generación de riqueza”.