"Mi objetivo es dar lo mejor de mí y mejorar cada día"

Daniel Sánchez Moreno, un joven leonés de 13 años, vive su vida entre el rugir del balón de rugby y el pincel que da forma a sus paisajes y relatos. Desde los seis años, su vida gira en torno al rugby, un deporte que eligió porque le permitía ser parte de un equipo y porque, como él mismo dice, el compañerismo y los valores que transmite le atraían. En su familia, el rugby ha sido más que una simple actividad deportiva: “A mis padres les gustaban los valores de este deporte, el respeto al árbitro, el trabajo en equipo...”, comenta.
Jugador sub-14 del León Rugby Club
Es uno de los jugadores del equipo sub-14 del León Rugby Club, que actualmente ocupa el primer puesto en la liga autonómica. No es solo un buen jugador, sino que tiene claro lo que quiere para su futuro. “Mi objetivo es dar lo mejor de mí, mejorar cada día y, si puedo, llegar a jugar en la selección española”, dice. Ya ha tenido la oportunidad de entrenar con la selección de Castilla y León, y aunque aún no ha disputado partidos oficiales, su presencia en las convocatorias es una clara señal de su potencial.
El refugio del arte
Pero el rugby no es lo único que le apasiona. En su tiempo libre, Daniel encuentra un refugio en el arte, especialmente en la pintura. Le gusta crear paisajes y bodegones, pero también se dedica a pintar cómics. “Me inspiro en cosas que he vivido, pero también en mi imaginación, en mis gustos y en las historias que se me ocurren”, nos cuenta. Su afán por plasmar historias en el lienzo lo ha llevado a experimentar, siempre buscando una forma de expresar lo que le emociona.

Finalista en un concurso literario
Daniel también cuenta con otro talento: la escritura. El año pasado, un relato suyo sobre la vida de Josefina Aldecoa lo llevó a ser finalista en un concurso literario organizado por el grupo Masticadores. El premio, además de la publicación del texto, incluyó que un dibujante profesional ilustrara su historia, dando vida a lo que él había escrito. “Fue una experiencia muy guay”, recuerda.
De:Dmaster
La tarde estaba tranquila, pero el aire aún vibraba con los ecos de la pelea entre madre e hija que había tenido lugar en la casa de los Aldecoa, una familia de clase media de Madrid. Josefina, la madre, estaba sentada en su despacho, intentando concentrarse en su escritura. Pero la tensión del conflicto familiar pesaba sobre ella, como una losa que no podía quitarse de encima.
"Lo siento, madre. No quería pelear contigo. Solo quiero que me entiendas. Quiero ser libre, ser yo misma."
Daniel, con la determinación propia de alguien que sabe lo que quiere, demuestra que su pasión por el rugby y el arte no son solo hobbies, sino verdaderas vocaciones. Con su equipo a la cabeza en la liga y con su talento literario y artístico en ascenso, el futuro de este joven leonés parece estar lleno de posibilidades, no solo en el campo de rugby, sino también en el mundo de la creatividad.