"Vivo tranquila en León siendo celíaca"

María González Revilla es una joven leonesa de 22 años, nacida y criada en León, donde cursó su educación en el colegio Maristas San José antes de continuar su formación en la Universidad de León, donde se formó en Turismo. Sin embargo, más allá de su carrera y de su vida cotidiana, hay un aspecto que ha marcado profundamente su existencia: la celiaquía, una enfermedad autoinmune que daña el revestimiento del intestino delgado debido a una reacción por la ingesta del gluten. "Soy celíaca y me diagnosticaron la enfermedad cuando tenía un año y medio, por lo que lleva acompañándome prácticamente toda mi vida", comenta María.
Aunque no ha conocido otro estilo de vida, sí ha sido testigo de la transformación que ha experimentado la sociedad y, en particular, su ciudad, León, en cuanto a la integración de esta enfermedad. "Cuando era pequeña, solo había una tienda con productos sin gluten, y era como el paraíso para mi hermana, quien también padece la enfermedad, y para mí. Podíamos comprar casi todo lo que allí vendían, algo que nos parecía una barbaridad en ese entonces", recuerda.
Muchas más opciones y menos preocupaciones
Sin embargo, las cosas han cambiado de manera significativa en las últimas dos décadas. León, que en sus primeros años de enfermedad parecía carecer de recursos para las personas con esta afección, ha evolucionado y se ha adaptado a las necesidades de quienes, como ella, no pueden consumir gluten. "Ahora, la situación es completamente diferente. Hay muchas más tiendas y restaurantes con opciones sin gluten, y no tengo que preocuparme tanto al salir por el centro", afirma.
María destaca que la ciudad leonesa, comparada con otros lugares en los que ha estado, como Lisboa o Madrid, es mucho más consciente de las necesidades de las personas celíacas. "En ciudades grandes, como Madrid, o en el lugar donde hice mi Erasmus, Lisboa, la oferta sin gluten está muy limitada. Solo puedes encontrar productos en pequeñas zonas de los supermercados, y en algunos casos, la gente te mira raro cuando preguntas por algo sin gluten", cuenta. Por el contrario, en León, "lo raro es que no haya opciones", dice.
Uno de los avances más significativos que ha experimentado la ciudad es la proliferación de bares y restaurantes que ofrecen opciones sin gluten, especialmente en zonas tan emblemáticas como el Barrio Húmedo y el Romántico. "Casi todos los bares tienen algo sin gluten, incluso una tapa adaptada. Y, en la mayoría de los restaurantes, si no tienen algo en la carta, siempre pueden adaptar los platos", comenta María.
Restaurantes 100% sin gluten en León
Además, la joven destaca con entusiasmo el reciente auge de restaurantes 100% sin gluten en León. "En los últimos años han abierto varios, lo cual es una gran tranquilidad para las personas celíacas", asegura. La presencia de estos establecimientos ha cambiado, para muchos, la experiencia de comer fuera de casa, ofreciendo una alternativa segura para ellos.
Aunque se muestra agradecida por los avances logrados, María no deja de señalar que todavía hay margen para mejorar. "Vivo tranquila aquí, pero, por ejemplo, en Asturias veo que están más avanzados que en León en cuanto a la concienciación y la adaptación para las personas celíacas", matiza. No obstante, su balance general sobre la ciudad es muy positivo. "León ha avanzado mucho en este sentido, y es mucho mejor que otras ciudades, así que no puedo quejarme", concluye.
El camino de María González no ha sido fácil, pero la evolución que ha vivido tanto a nivel personal como social le ha permitido disfrutar de su vida en León sin grandes preocupaciones. La adaptación de la ciudad, tanto en el ámbito social como en la hostelería, ha facilitado su día a día, haciendo que su celiaquía, aunque siempre presente, no sea un obstáculo para disfrutar plenamente de su ciudad y su vida.