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Mi Semana Santa, David Villacorta

"Estoy dirigiendo la Agrupación Musical de Jesús Divino Obrero, es mi tercera Semana Santa"

David Villacorta es el director de la Agrupación Musical de Jesús Divino Obrero, pero también pertenece a tres cofradías leonesas, Dulce Nombre de Jesús Nazareno, la Bienaventuranza y Jesús Divino Obrero, además de ser hermano de la Redención de Sevilla | A pesar de que en su casa no haya habido nunca tradición cofrade, David siempre ha sido un apasionado de esta festividad que define como su momento del año
David tocando con la Agrupación Musical de Jesús Divino Obrero, de la que es director.
David tocando con la Agrupación Musical de Jesús Divino Obrero, de la que es director.

“A mi relación con la Semana Santa no le puedo poner una fecha de inicio porque de pequeño los primeros recuerdos prácticamente son ya de Semana Santa”, comienza asegurando David Villacorta, rematando “aunque en mi casa no ha habido nunca tradición cofrade”.

Y es que David es la primera generación de cofrades de su casa, siendo algo voluntario y por gusto, “yo veía las procesiones de Mansilla cuando me sacaban mis padres y me gustaba, no había un motivo, pero me gustaba”, expone como sus primeros recuerdos de Semana Santa en su pueblo natal, Mansilla de las Mulas.

Desde bien pequeño, David siempre daba “la lata” en casa con la Semana Santa y “mis padres siempre me tenían que traer a León a las procesiones, cuando llegaba esta época, ya sabíamos el plan”, detalla.
“Siempre me sabía los pasquines que dan con las procesiones, los programas los tenía estudiados, aunque no me supiese las calles, aunque no supiese identificar qué calle era, pero yo lo leía y sabía qué pasos llevaba cada cofradía, cada banda”, afirma David y concluye divertido, “era muy friki de niño”.

David formó parte de la banda de Mansilla desde los ochos años hasta los 15. A la izquierda, su hermana, con quien compartió 'escenario' musical.
David formó parte de la banda de Mansilla desde los ochos años hasta los 15. A la izquierda, su hermana, con quien compartió 'escenario' musical.

Banda de Música de Mansilla de las Mulas

Pero si David tuviese que poner una fecha oficial en la que comenzó su relación con la Semana Santa, fue en el año 2003, con la creación de la Banda de Música de Mansilla de las Mulas, aunque David, por edad, aún no pudo formar parte de la misma. “En 2003 entró mi hermana a la banda, yo todavía no entré porque hasta los ocho años no podías entrar”.

El primer año de la agrupación, en la Semana Santa de 2004, ya salieron en León, en la procesión de Minerva del Miércoles Santo, “de aquellas la banda salía con siete marchas solamente. Al acabar la procesión, yo iba de espectador, y me acuerdo que los braceros se giraron y les dieron un aplauso enorme a la banda, porque tenía mucho mérito, habían empezado a ensayar en noviembre”, asegura David. Ese mismo año, la banda también salió la mañana de Jueves Santo, en la procesión de las Bienaventuranzas, y el Viernes Santo con la Procesión de los Pasos.

Unos meses después de este icónico momento, con los ocho años ya cumplidos, David comenzó a tocar. En un primer momento, empezó en la banda de su pueblo tocando el clarinete, durante tres años, aunque no le gustaba mucho, por lo que “a los 11 años fue cuando cogí el trombón, que me gustaba bastante más”, afirma. También destaca que, durante toda su aventura en la banda mansillesa, también estuvo en la Escuela de Música de Mansilla de las Mulas, donde se ha formado musicalmente.

Durante todo ese tiempo, a David le seguía gustando “exactamente igual” la Semana Santa, “estaba intentando que mis padres me llevaran a León a ver las procesiones. Y empezamos a tocar en otros sitios, fuimos a Astorga, entre otros”.

Sus inicios, con la Banda Musical de Mansilla de las Mulas.
Sus inicios, con la Banda Musical de Mansilla de las Mulas.

Llamada de la Bienaventuranza

Pero el gran salto llegó a los 15 años, “recibo la llamada de la Bienaventuranza, de Sergio, para ver si podía tocar con ellos. Les dije que sí, pero que, de momento, mi prioridad era la banda de Mansilla y estuve allí dos años”, temporada en la que David combinaba su labor en ambas agrupaciones musicales, aunque “cuando tenía que tocar con la banda de Mansilla, no iba a tocar a León”.

Un nuevo cambio llegó en 2015, cuando con 17 años, David decide centrarse únicamente en la Bienaventuranza, dejando así la banda que le vio surgir como músico. En la agrupación leonesa estuvo otros tres años más, hasta 2018, momento en el que David se unió a la Agrupación Musical Cristo del Gran Poder de León, donde estuvo otros dos años y en la que compuso dos marchas, “fue mi estreno como compositor”.

David tocando con la Bienaventuranza por las calles de León.
David tocando con la Bienaventuranza por las calles de León.

Director de la Agrupación Musical de Jesús Divino Obrero

Entonces llegó el Covid y todo se paralizó, “después me lo iba a tomar como descanso, de hecho, me tomé un año de descanso, y no tenía pensado seguir en el mundo de las bandas, pero mi amigo Sergio, que era el que dirigía hasta ese momento la agrupación de Jesús Divino Obrero, me llamó y me dijo que esa vacante iba a quedar libre porque él se iba a estudiar al Conservatorio Superior a Oviedo”, y David dijo que sí, convirtiéndose en el director de la Agrupación Musical de Jesús Divino Obrero, donde lleva ya tres Semanas Santas y es un proyecto, según afirma, al que le está dando bastante importancia. “Estoy intentando, poco a poco, que la banda levante cabeza. Fue la primera agrupación de las cofradías de León y es una banda que ha pasado por muchos momentos buenos, malos y regulares y que, poco a poco, vamos recuperando el nivel”, relata David.

Este año, Jesús Divino Obrero cuenta con 50 componentes, de los cuales, tal como detalla su director, la mitad son nuevos, muchos de ellos jóvenes, lo que para David es “muy buen síntoma”.

Con su agrupación, el pasado año 2024, también compuso otra marcha y expone que, acaban de estrenar el traje de gala nuevo de la banda hace apenas unos días.

Bracero del Nazareno

“Esa es mi vida de cofrade musical”, explica David, pero no es su única relación con la Semana Santa. Y es que, tal como relataba de su infancia, su pasión por esta festividad, le ha llevado a querer formar parte de la misma de todas las maneras posibles. “Cuando cumplí los 16, como regalo de cumpleaños, mi hermana me apuntó como bracero del Nazareno de León”, puesto que aún a día de hoy, 12 años después, sigue ocupando.

En la actualidad, David pertenece a tres cofradías leonesas, el Dulce Nombre de Jesús Nazareno, la Bienaventuranza y Jesús Divino Obrero, “aparte soy hermano de la Redención de Sevilla”, añade.

“Salgo relativamente todos los días, pero mis días, por así decirlo, son el Viernes Santo con el Nazareno y el Domingo de Resurrección con Jesús Divino Obrero. Y salgo tocando el resto de días”, explica David. 

Con compañeros de la Agrupación Santo Cristo de la Bienaventuranza.
Con compañeros de la Agrupación Santo Cristo de la Bienaventuranza.

"Hermanos descubríos, Cristo ha resucitado"

Continúa exponiendo su estrecha relación con estas fechas asegurando que “si tuviese que elegir un momento del año, sería un momento de la Semana Santa. Para mí un momento que siempre me gustó muchísimo y que desde hace muchos años no vivo, pero que este año voy a poder vivir otra vez, porque vamos a ir a tocar a Mansilla, era la salida de la procesión del Viernes de Dolores de mi pueblo”, relata y continúa, “otro momento que para mí es bastante importante es la salida del Nazareno el viernes por la mañana. Que los años que tengo suerte, puedo ver la salida”.

David sigue relatando momentos trascendentales y emotivos que hacen que para él la Semana Santa sea tan especial y destaca “no sé cómo explicarlo, pero es como un sentimiento de liberación en el momento del Encuentro el domingo por la mañana cuando dan el mensaje de que Cristo ha resucitado”, aunque solo lo haya vivido una vez, hacerlo desde dentro, con la banda, con todo el mundo a su alrededor, “el momento de quitarse el capillo, “hermanos, descubríos, Cristo ha resucitado”, fue no sé, como esos momentos que tienen magia”, relata emocionado.

Y más allá de las procesiones, David también destaca que le gusta León durante esa época y explica que “León es una ciudad de Semana Santa, es el momento en el que León se engalana y tiene más vida”. Continúa afirmando que el ambiente de la ciudad durante estas fechas es inigualable a cualquier otro momento del año, además, “es época de dar mucho valor a las tradiciones, dar mucho valor a la familia, es una época importante y diferente”, concluye David.