El abrazo de la Semana Santa
La Procesión de los Pasos de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, distinguida con las declaraciones de Interés Turístico Regional y Nacional y con una mención especial en la declaración de Interés Turístico Internacional de la Semana Santa de León, supone uno de los momentos más esperados de la Semana de Pasión de la capital leonesa.
Son más de 4.000 los papones que cada Viernes Santo desde 1611 parten al alba de la Capilla de Santa Nonia con un total de trece conjuntos escultóricos a sus hombros, con los que se recrea desde la Oración en Getsemaní hasta la muerte de Jesucristo en la cruz. Estos son la Oración en el Huerto, el Prendimiento, la Flagelación, la Coronación de Espinas, el Ecce Homo, la Verónica, el Expolio, la Exaltación de la Cruz, la Crucifixión, el Santísimo Cristo de la Agonía, el Jesús Nazareno –que en el mes de mayo viajará a Roma-, el San Juan y la Madre Dolorosa.
Estos dos últimos, el San Juan y la Madre Dolorosa, son los protagonistas de uno de los actos más emotivos de la Semana Santa leonesa, El Encuentro, que cada año congrega en la Plaza Mayor de León a miles de devotos llegados de todos los puntos de la geografía española para ver cómo ambos pasos se encuentran y el apóstol se arrodilla ante la Virgen.
Sin embargo, las obras de remodelación de la Plaza Mayor de León obligarán este año a trasladar el acto a la Plaza de Regla, a los pies de la Catedral, algo que ocurrirá por tercera vez en la historia, ya que también sucedió en los años 2000 y 2001 debido a los trabajos del aparcamiento subterráneo de la Plaza Mayor.
Ante la atenta mirada de la Catedral
Será a los pies de la Pulchra Leonina, con once de los once pasos situados frente a ella y bajo la atenta mirada del Nazareno, donde el apóstol se arrodillará ante María entre la música y los aplausos de los presentes. Tras ello, los seises de ambos pasos, Manuel Ángel Modino en el caso del San Juan y Juan Muñiz en el de La Dolorosa, se darán el abrazo más esperado de la Semana Santa Leonesa.
El seise del paso del San Juan, Manuel Ángel Modino Martínez, entró en la Junta de Seises de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno en el año 2009, aunque lleva mucho más tiempo como cofrade, a donde reconoce haber entrado “tarde” y sin ninguna tradición familiar. Para él supone “un auténtico orgullo” ser el seise del San Juan, un cargo que ostenta desde 2020, tras haberlo sido de la Agonía durante siete años, además de abad entre 2016 y 2017, posteriormente viceabad y también seise de La Dolorosa.
Por su parte, Juan Muñiz García entró en la Cofradía con unos catorce años, también “sin tradición familiar”, aunque ahora la ha creado él. Fue en el año 2015 cuando entró a formar parte de la Junta de Seises, tras lo que ha pasado por diferentes responsabilidades, ya que ha sido seise de La Coronación, abad entre 2022 y 2023 y posteriormente viceabad. Ahora le corresponde “el honor” de ser el seise de La Dolorosa, una cosa “un poco particular” porque el cargo tan solo se ostenta por un año.
Nervios e ilusión
A pesar de llevar ya un lustro como seise del San Juan, Manuel Ángel reconoce encontrarse “bastante nervioso” ante la celebración del “emotivo” acto del Encuentro, aunque sabe que esos nervios “no se te quitan nunca a pesar de haber recabado algo de experiencia a lo largo de los años”. “Siempre intentamos hacerlo lo mejor posible, que los pasos vayan bien armónicos y que cuando San Juan se incline sea en el momento justo y con la mayor relevancia y espectacularidad", explica.
Frente a la experiencia de Modino, Juan vivirá el acto por primera vez al frente de La Dolorosa, algo “absolutamente nuevo” ante lo que se encuentra “muy ilusionado y con muchas ganas”, así como con “el doble de nervios”. No obstante, sabe que el paso “va muy bien” y cuenta con “un grupo muy compacto de braceros muy experimentados que ya saben lo que tienen que hacer”. La expectativa por el desarrollo del Encuentro se incrementa este año “por la novedad del emplazamiento”, aunque confía en que “todo saldrá bien” gracias a que “hay mucho trabajo detrás”.
"Un entorno espectacular"
El seise del San Juan confía en que “la experiencia de lo ocurrido en los años 2000 y 2001” sirva para que el acto del Encuentro “se lleve a cabo de la mejor forma” en un momento “diferente” que se celebrará en “un entorno espectacular”.
Debido a las modificaciones obligadas por el desarrollo de los trabajos de mejora de la Plaza Mayor, este Viernes Santo las figuras de la procesión de Los Pasos se colocarán de espaldas a la Catedral de León, mientras que La Oración ya embocará a la calle Cardenal Landázuri. La Dolorosa –con 96 braceros titulares y otros tantos suplentes- esperará en la calle Domínguez Berrueta y el San Juan –con 92 titulares, otros tantos suplentes y algún honorario que ya ha dejado el paso- llegará por la calle Sierra Pambley hasta encontrarse en el centro de la Plaza de Regla.
Una vez allí, ambos pasos se acercarán “con el mayor ritmo y la mayor armonía posibles” para llevar a cabo el acto central. Para ello, Juan Muñiz cuenta que “la coordinación no sale sola”, sino que “hay una serie de reuniones previas lideradas por el viceabad de la Cofradía”. Además, “por tradición”, los dos seises y los braceros mayores de los pasos protagonistas del acto acuden “al terreno” el Viernes de Dolores para ultimar detalles.
“En esta ocasión tenemos que darle otro aspecto a la preparación, pero estamos todo el año trabajando en el tema”, puntualiza Manuel Ángel Modino, al tiempo que detalla que hay “matices” que se aclaran el Viernes de Dolores, mientras que el Martes Santo se acudirá a la zona “para ver si hay algún elemento que pueda impedir el paso de las imágenes”. “Ya tenemos experiencia, solo lo hemos hecho durante más de 400 años”, bromea.
Un sentido abrazo
Una vez que el San Juan se levante tras inclinarse ante La Dolorosa, después del baile fervoroso de ambos pasos y la entrega de un ramo de flores a la Virgen, se llevará a cabo uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa de León, cuando los seises de ambos pasos se fundan en un sentido abrazo.
Juan Muñiz todavía no sabe cómo es ese momento, pero su compañero, Manuel Ángel Modino, le avanza que “es uno de los momentos más emocionantes y emotivos”, además de un momento de “orgullo y satisfacción”, más si cabe “si el seise al que abrazas es amigo tuyo”, como ocurrirá este año,
Modino recuerda que uno de los abrazos “más especiales” fue cuando se lo dio al seise Antonio, “que estaba ya muy enfermo y falleció después de la Semana Santa”, por lo que aún siente la pena de “no haberle podido abrazar más veces”.
“Cuando estás en alguno de los pasos lo ves un poco ajeno y cuando eres abad o viceabad ya estás más metido en ese momento en el que al final los protagonistas son la Virgen y el San Juan, por lo que vivirlo desde primera línea va a ser muy emotivo, más en este caso, que somos buenos amigos”, comenta Juan “deseoso de que llegue el momento”.