"Sigo la tradición de mi abuelo de felicitar el año el día de Viernes Santo por la mañana"

Una pasión por la Semana Santa de León que le viene de cuna. La relación de Antonio González con esta festividad comenzó mucho antes de su nacimiento. Y es que ya su abuelo pujaba el Ecce Homo cuando únicamente eran seis braceros. También su madre era una habitual de las procesiones, “iba debajo del paso (Ecce Homo) con seis o siete años”, relata.

De sus inicios como cofrade, explica que fue precisamente viendo fotos antiguas, en las que su familia ya vivía activamente la Semana Santa de la ciudad, cuando empezó a vivirla en sus propias carnes y “por fin con 17 años entré en el paso de la Dolorosa”, asegura.

Dulce Nombre de Jesús y Minerva y Vera Cruz

Era el año 1969 cuando Antonio se unió a la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. Pero su pasión le llevó a querer formar parte, aún más, de esta época y sus tradiciones y, alrededor del año 1975, también se hizo cofrade de Minerva y Vera Cruz.

Antonio viste, cada Semana Santa, sus túnicas para procesionar por las calles de León. En Miércoles Santo sale en la Procesión de la Amargura y cada Viernes Santo, en la Procesión de los Pasos. Además, los años impares, también se une, el mismo Viernes Santo, al Santo Entierro.

Honorario de la Dolorosa

Desde los 17, ha seguido pujando su querida Dolorosa, “hasta este año, que paso a ser honorario por la edad, no por el espíritu”, afirma Antonio.

Y más allá de procesionar, si hay algo que le gusta a Antonio de la Semana Santa de León es disfrutar viendo las procesiones con su familia. “Me encuentro con gente que veo únicamente una vez al año, por eso sigo la tradición de mi abuelo de felicitar el año el día de Viernes Santo por la mañana”.