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Sara García, "feliz" en su regreso a León

La investigadora y miembro de la reserva de astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA) visita la Universidad de León y participa en una charla abierta al público en el salón de actos de la Escuela de Ingenierías | "El espacio se está democratizando y todo lo que implique invertir en su tecnología va a repercutir de manera positiva", asegura Sara García en León
 

Sara García regresa a su casa. La investigadora y miembro de la reserva de astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA) visita la Universidad de León y participa en una charla abierta al público en el salón de actos de la Escuela de Ingenierías.

Antes ha sido recibida en la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales por la rectora, Nuria González, como paso previo a un encuentro con los informadores en el laboratorio que lleva su nombre. 

La investigadora y astronauta ha sido saludada por una amplia representación institucional antes de encontrarse con los alumnos de la ULE, quienes la han recibido entre aplausos. Por último, en una jornada "motiva" y "muy especial" Sara García ha firmado ejemplares de su primer libro, 'Órbitas'.

"El espacio se ha democratizado"

La investigadora y astronauta leonesa Sara García, miembro de la reserva de la Agencia Espacial Europea (ESA) aludió a las consecuencias de la implicación cada vez mayor del ámbito privado en el acceso al espacio. Preguntada sobre el desmantelamiento de la Estación Espacial Internacional previsto para 2030 y acordado por todos los agentes internacionales involucrados, comentó que seguirá habiendo misiones espaciales de astronautas profesionales y privados. Una vez que la grande que ha estado en órbita tanto tiempo se desmantele empezarán a aparecer estaciones espaciales tanto privadas como de los distintos gobiernos. “Digamos que se está democratizando el espacio y la colaboración público-privada entre las empresas y las agencias espaciales es ya una realidad desde hace décadas incluso y está acelerando, de alguna manera, el acceso al espacio”, manifestó.

“Los astronautas profesionales seleccionados por agencias espaciales seguiremos yendo a este tipo de misiones, cuando ya no esté la Estación Espacial Internacional, a las distintas estaciones que estén en órbita; ya sea para producir nuevos materiales, hacer investigaciones científicas como las que se hacen hasta ahora o para diversos usos que se le dé a las estaciones”, detalló.

Calleja y el "ocio de lujo"

Respecto a las expediciones de carácter turístico como la que recientemente contó con la participación del aventurero leonés Jesús Calleja, comentó que “es otra forma de turismo, otra forma de ocio de lujo más” y aludió que “todo lo que implique ir al espacio e invertir en tecnología espacial va a repercutir de manera positiva en los avances tecnológicos que las propias agencias espaciales utilizan; por ejemplo, todo el desarrollo de cohetes reutilizables, como el que se ha usado en la misión de Calleja viene un poco por este afán de democratizar el espacio”. “Al final, hay muchos turistas que pagan grandes cantidades por ese billete, pero gran parte de esa inversión se aplica en desarrollo tecnológico que se extrapola a distintos sectores”, matizó.

Sara García hizo estas manifestaciones hoy en la Universidad de León, donde estudió, y se mostró un “orgullo infinito de regresar a casa” y recibir una placa que replica la del laboratorio que lleva su nombre en la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales. La rectora, Nuria González, la recibió a su llegada al Campus de Vegazana, donde ofreció una charla a los alumnos en la que les invitó a “intentar eliminar las barreras, que muchas veces están en nuestra cabeza” y a “despejar miedos y dudas” y les animó a “que se atrevan a perseguir aquello que les motiva”.

A 400 kilómetros de la Tierra

La investigación en el espacio, recordó, es su objetivo principal. Hacerlo a 400 kilómetros de la superficie de la Tierra, en la baja órbita, donde la gravedad es mínima, permite disponer de un entorno único imposible de reproducir en el planeta. “La microgravedad cambia las propiedades de la materia y los procesos físicos que dominan todos los fenómenos y eso se aplica en estudios de Biomedicina, se puede aplicar en temas de osteoporosis, de atrofia muscular; se puede trabajar en nuevos medicamentos y contra el cáncer. Hay multitud de aplicaciones”, remarcó.

Su trabajo en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, donde dirige diversas tesis, le ocupa la mayor parte del tiempo, aunque cada año debe acudir dos meses a recibir formación como astronauta y también encuentra hueco para su labor como divulgadora y para dar a conocer su recién publicado libro ‘Órbitas: Apuntes de una vida en continua exploración’.