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El emblemático Jardín del Agua, de la artista argentina Carla Zaccagnini, acaba arrasado

La instalación artística, presentada en 2010 como un elemento innovador tras su presencia en la 28ª Bienal de São Paulo, ha sido 'borrada' de preferente ubicación en el Musac de León

El Jardín del Agua, obra creada por la artista argentina Carla Zaccagnini, ha sido devorado por la fuerza de una retroexcavadora y el martillo neumático. Creado en un lugar preferente en uno de los laterales del Museo de Arte Contemporáneo de León (Musac), el tornillo de Arquímedes, los columpios hidráulicos y el resto de elementos han sido eliminados en las últimas horas.

El jardín, concebido inicialmente como un espacio de juego interactivo para niños, nunca cumplió con ese propósito y se mantuvo frente al Musac como un elemento artístico más del entorno. Desde su apertura en septiembre de 2010, las bombas de agua que permitían el funcionamiento de sus mecanismos presentaron fallos constantes, lo que limitó significativamente su uso efectivo.

'Reacción en cadena con efecto variable'

La instalación, titulada 'Reacción en cadena con efecto variable', llegó a León tras ser presentada en la 28ª Bienal de São Paulo. La propuesta pretendía transformar un parque infantil en una pieza artística con un trasfondo conceptual. Aunque a primera vista se asemejaba a un conjunto de columpios, un carrusel y unas tumbonas, su compleja estructura hidráulica requería la acción coordinada de los usuarios para activar una fuente de agua.

Tornillo de Arquímedes

El sistema funcionaba mediante bombas situadas bajo los columpios y el balancín, que al ser utilizados enviaban agua a un depósito elevado. Cuando alguien se recostaba en una de las tumbonas, su peso activaba una válvula que desencadenaba el flujo de agua. Un mecanismo adicional, basado en el tornillo de Arquímedes, completaba el ciclo si la segunda tumbona también estaba ocupada. Este principio de participación colectiva pretendía generar una reflexión sobre la interdependencia de las acciones y el discurso artístico.

A pesar de su intención de convertirse en un espacio de experimentación y juego, la instalación sufrió el deterioro progresivo de sus componentes y la falta de mantenimiento adecuado. Con su demolición, el área que ocupaba el Jardín del Agua quedará integrada en el entorno del Musac, cerrando así una etapa en la historia del museo y de la ciudad.