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365 leoneses | Sheila Fernández, fisio

“El deporte siempre ha sido mi estilo de vida: pasó de ser mi pasión a mi trabajo”

Lleva el deporte en las venas, de prácticarlo, a ser entrenadora e, incluso, juez | En la actualidad, Sheila es fisioterapeuta del Real Ciencias Rugby Club de Sevilla y trabaja en una clínica privada en la ciudad
Sheila en su trabajo actual como fisio del Ciencias Rugby de Sevilla. Foto: JC Ogazón.
Sheila en su trabajo actual como fisio del Ciencias Rugby de Sevilla. Foto: JC Ogazón.

Originaria de León, Sheila Fernández, recalca que “aunque siempre me haya considerado una chica de ciudad, también soy bastante pueblerina, me encanta estar en el campo”, haciendo mención a sus pueblos, Celadilla del Páramo y Armellada del Órbigo.

“La gimnasia rítmica fue mi primer contacto con el deporte”

“Cuando mi hermana empezó a hacer gimnasia rítmica en el cole, aunque era aún pequeña para apuntarme, cuando podía, me colaba en los entrenamientos”, relata Sheila. No tenía todavía la edad para poder entrenar de manera oficial, pero ya en aquel momento, la que era entrenadora de su hermana, se dio cuenta de su potencial.

Con solo ocho años, en 2002, ya habiendo sido partícipe de las competiciones escolares, la joven gimnasta dio el paso al tapiz del Club de las Escuelas Deportivas de León. Comenzó participando simplemente en la exhibición de fin de curso, pero para la temporada siguiente, ya empezó de manera oficial, sin ni siquiera haber necesitado pasar las pruebas de selección como solían hacer.

"Cuando podía, me colaba en los entrenamientos", recuerda Sheila

Desde entonces y hasta que se retiró, a los 19 años, estuvo compitiendo en diferentes categorías, llegando al ámbito nacional. Hasta los 17 años lo hizo en el mismo club que la descubrió siendo una niña, el que por aquel entonces pasó a llamarse Sprint, pero al retirarse sus compañeras, pasó a formar equipo con otra gimnasta en el Club El Bayo de Ponferrada, compitiendo entonces en Galicia.

Su carrera como gimnasta se vio forzada a terminar cuando Sheila se muda, en el año 2014, a Sevilla, para estudiar, pero no por ello finalizó su relación con este deporte.

Cuando era gimnasta en León, durante una exhibición en el Palacio de los Deportes.
Cuando era gimnasta en León, durante una exhibición en el Palacio de los Deportes.

Mudanza a Sevilla

“La mayoría de las personas cercanas a mí se habían ido y me apetecía conocer un poquito de mundo, salir de León”, así es como Sheila detalla una de las tomas de decisiones más importantes de su vida hasta el momento, abandonar su ciudad natal para irse “a la otra punta de España”.

“El sur siempre me había llamado la atención”, continúa, “y decidí irme a Sevilla a estudiar un grado superior de TAFAD, porque sí que tenía claro que quería hacer fisioterapia”.

Su relación con el deporte continuó en la capital andaluza, no solo porque estudiaba el grado de Técnico Superior en Actividades Físicas y Deportivas, sino porque, además, siguió ligada a la rítmica, pero desde otro punto.

"El sur siempre me había llamado la atención", afirma

“Me había sacado el curso de entrenadora de gimnasia rítmica ese verano, pero no podía ejercer porque tenía clase por las tardes, que era cuando se entrenaba”, recuerda Sheila, “entonces a finales de ese año, me saqué el título de juez de esta disciplina y empecé a ejercer”. Pero tampoco se quedó ahí, “a principios del siguiente año, me saqué el nivel dos, que es el nivel nacional de juez de gimnasia rítmica y fue entonces cuando empecé a ejercer de juez a nivel autonómico”, asegura.

Así fueron sus dos primeros años en Sevilla, al finalizar el módulo, Sheila empezó el Grado en Fisioterapia, en la Universidad de Sevilla, en el año 2016, momento en el que pudo empezar a trabajar como entrenadora de su amado deporte, en el club de un pueblo, a la par que lo combinaba siendo también monitora en un colegio para la Federación Andaluza y como entrenadora de gimnasia deportiva a nivel básico. Pero no solo eso, los fines de semana seguía siendo juez de rítmica.

Le resultó imposible compaginar todas estas funciones con sus estudios, por lo que el siguiente año, siguió únicamente con la carrera y siendo juez. Aunque volvería en 2018 a la vida de entrenadora, teniendo claro que eso supondría alargar un año más sus estudios.

"Durante la carrera, probé varios deportes", cuenta Sheila

Hace mención también a sus becas como colaboradora deportiva y como fisioterapia deportiva, gracias al SADUS, el Servicio de Actividades Deportivas de la Universidad de Sevilla.

Pero a pesar de que la rítmica siguiese siendo su motor a nivel deportivo, “durante la carrera también probé el voleibol y me apunté a fútbol sala y un año hice fútbol siete”, cuenta Sheila al Heraldo de León.

Sheila con el equipo femenino de rugby de la Universidad de Sevilla.
Sheila con el equipo femenino de rugby de la Universidad de Sevilla.

Vuelta a casa

“Quería seguir mi vida profesional como terapeuta y León queda más cerca de Madrid”, narra como uno de los motivos de su vuelta a sus orígenes, “ahí es cuando decido hacer un máster oficial los fines de semana en la capital”. “También echaba mucho de menos a mi gente de toda la vida”, menciona.

Pero, para una persona acostumbrada a llevar a cabo múltiples actividades a la vez, estudiar únicamente los fines de semana no era suficiente, por lo que comenzó también a trabajar en una residencia de ancianos de la ciudad de León como fisio, aunque se ve obligada a dejarlo para poder realizar las prácticas del máster y para poder seguir formándose.

Es así como, de forma breve, se muda a Mallorca para hacer sus prácticas en la Academia Rafa Nadal. “Allí me ofrecen trabajo, pero vi incompatible el sueldo con poder mantener el estilo de vida de la isla viviendo yo sola”, afirma Sheila. Motivo que la lleva a rechazar el puesto y a irse por un corto lapso de tiempo a Madrid, para finalizar el máster, a la vez que trabajaba como fisioterapeuta de suelo pélvico en una clínica y con el Consejo Superior de Deportes.

“Entre medias, también viajó con el equipo femenino de rugby de la Universidad de Sevilla a algunos campeonatos, los fines de semana que tenía libre del máster”, rememora. Es por aquel entonces cuando decide hacer su proyecto de fin de máster de investigación sobre el suelo pélvico, por lo que aprovecha su contacto cercano con las jugadoras de rugby para tomar muestras.

Vuelve de manera oficial a León al terminar de estudiar, pero en este caso, se va a su casa del pueblo, a Celadilla, “por la tranquilidad que me proporcionaba y por las actividades que había allí, siempre había planes los fines de semana, hay clases de baile los sábados, la Vía Künig del Camino de Santiago y mucho más”, afirma Sheila. Además, pudo volver a entrenar gimnasia rítmica, aunque no a nivel de competición, pero sí que llevó a cabo alguna exhibición en su pueblo.

"Volví al pueblo por la tranquilidad que me proporcionaba", asegura

A nivel laboral, en ese momento piensa asentarse como autónoma, pero prefiere seguir sumando experiencia y empieza en una clínica de fisioterapia en León. Mientras tanto, llega a plantearse la posibilidad de opositar, para conseguir mayor estabilidad, pero dado que no le gusta la fisioterapia hospitalaria, opta por comenzar a prepararse las oposiciones de bombero y se saca el carnet de camión.

Sevilla 2.0

Cuando comenzaba a dar un giro a su vida laboral, suena el teléfono de Sheila, “fue entonces cuando me llamaron para el Real Ciencias Rugby Club de Sevilla, el equipo de primera división de la ciudad”, trabajo que la lleva nuevamente a Andalucía en enero de 2025.

Lleva poco más de un mes en Sevilla disfrutando de esta oportunidad, compaginando el trabajo con el club con sus funciones como fisio en una clínica, también vinculada con el rugby, enfocada a la fisioterapia a nivel general, pero también al suelo pélvico, su especialidad.

Sheila trabajando en la actualidad como fisioterapeuta en una clínica.
Sheila trabajando en la actualidad como fisioterapeuta en una clínica.

Por el momento, está feliz en su ciudad de acogida, aunque no descarta volver a León en algún momento. También, hablando del regreso a los orígenes, hace mención a que “mi objetivo es volver a vincularme con la rítmica, aunque me gustaría seguir con el rugby”, finaliza Sheila, asegurando que, en su cabeza ronda la idea de volver a ser juez de gimnasia rítmica.

Una vida dedicada al deporte, desde todas las perspectivas posibles, ¿cuál será el siguiente gran salto de Sheila?