Reñida derrota del Abanca Ademar en Segovia frente al Nava
El Ademar de León cayó con claridad en su visita a tierras segovianas, donde el Viveros Herol Nava logró una victoria vital (32-27) que le permite romper su mala racha y recuperar sensaciones ante un rival que fue de más a menos. Los leoneses, que llegaron a dominar con claridad la primera parte, no supieron gestionar su ventaja ni contener la reacción local tras el descanso. El conjunto dirigido por Dani Gordo se quedó sin argumentos cuando más se le exigía.
El partido comenzó con un guion favorable para los visitantes. La expulsión directa de Nico Bonanno en el minuto 8 parecía allanar el camino para un Ademar que aprovechó el desconcierto navero y firmó un parcial de 0-4. Bajo la batuta de Rodrigo Pérez Arce y con un inspirado Saeid bajo palos, los leoneses se adelantaron con autoridad, logrando una renta de seis tantos (8-14) que hacía presagiar una tarde plácida.
Reacción local
Pero nada más lejos de la realidad. La reacción del Viveros Herol comenzó antes del descanso, con un giro radical en su planteamiento. La defensa en 5:1 empezó a dar frutos, Matheus Buda creció bajo los palos y el ataque local, más decidido, encontró por fin fisuras en la defensa ademarista. Un parcial de 8-2, empujado por la grada del Guerreros Naveros, igualó el marcador (16-16) justo antes del intermedio.
En la segunda mitad, el Ademar intentó retomar la iniciativa, pero se topó con un Balonmano Nava que no dejó de creer. La defensa local se mostró mucho más sólida y el ataque ademarista empezó a atascarse. Sasha Tioumentsev lideró la ofensiva segoviana con autoridad, y a partir del minuto 40, los locales culminaron la remontada (23-22), ante un rival que ya no encontró respuestas.
Desenlace
El tramo final del encuentro fue un querer y no poder del equipo leonés, que vio cómo la renta de cuatro goles que logró Nava se volvía una losa imposible de levantar. El Ademar, lejos de su mejor versión, terminó diluyéndose en un segundo tiempo para el olvido.
Una derrota que escuece en el vestuario leonés y que deja claro que los partidos no se ganan solo con buenos comienzos. En esta ocasión, fue el Viveros Herol Nava quien supo sufrir, reaccionar y acabar imponiendo su ley.