Encuentran en la localidad leonesa de La Ercina un tesoro de objetos cotidianos de la Edad de Hierro

La localidad leonesa de La Ercina esconde bajo sus tierras un tesoro de objetos cotidianos de la Edad de Hierro. Se trata de un hallazgo excepcional ahora radiografiado y que permite contar con piezas únicas de la época. Los objetos, una base para reconstruir la sociedad de la época, en su mayoría fueron perdidos en un ataque romano al poblado.
Las excavaciones realizadas en el yacimiento de la Peña del Castro, al norte de la provincia de León, han permitido documentar un asentamiento de la Edad del Hierro con una larga ocupación que finalizará con la conquista por parte de Roma del norte de la Península Ibérica.
La destrucción del poblado dentro de este conflicto bélico provocó el sellado rápido y violento de la última fase de ocupación, lo que permitió una conservación excepcional de contextos y materiales.

El estudio
El trabajo ahora dado a conocer se centra en el estudio tipológico tanto de los elementos usados como adorno corporal y de la vestimenta como de las armas documentadas en el yacimiento, considerando su contexto espacial.
Este análisis lleva a los fenómenos sociales acaecidos en la última fase de ocupación, cuando se produce una ruptura en las relaciones socioeconómicas entre los habitantes del poblado. Por otro lado, también se plantean diferentes aspectos sobre el desarrollo de la indumentaria en la Edad del Hierro de la zona cantábrica y la importancia de la estética corporal.

La localización
Así se puede apreciar en el estudio realizado por González Gómez de Agüero, 'Ornamentos corporales, apliques decorativos y armas de la II Edad del Hierro hallados en la Peña del Castro (La Ercina, León)', publicado por Ediciones Universidad de Salamanca y que delimita con exactitud todo lo localizado en este hallazgo.
El yacimiento de la Peña del Castro se encuentra en una región estratégica entre la meseta y la alta montaña, permitiendo a sus habitantes controlar los accesos entre ambas zonas. Las investigaciones arqueológicas realizadas entre 2013 y 2019 han permitido la documentación de un extenso repertorio de objetos que arrojan luz sobre la vida cotidiana de sus pobladores.
Entre los hallazgos destacan ornamentos personales como pulseras, pendientes y fíbulas anulares, así como elementos decorativos de la vestimenta y cinturones. También se han recuperado armas y tahalíes, evidencia del conflicto que marcó el final de la ocupación del asentamiento.

Materiales
El estudio de los materiales indica que el cobre fue ampliamente utilizado en la fabricación de adornos, mientras que el hierro se destinó principalmente a la elaboración de herramientas y armamento. Además de los metales, se emplearon otros materiales como piedra, arcilla y vidrio en la manufactura de objetos decorativos.
Los hallazgos también sugieren un intenso intercambio cultural con las comunidades de la meseta. Sin embargo, algunos elementos, como ciertas fíbulas y cinturones, presentan rasgos exclusivos de la región cantábrica, lo que podría indicar una producción local con influencias externas. Estos objetos, además de su función utilitaria, podrían haber desempeñado un papel simbólico o identitario dentro de la comunidad.

Identidad
Uno de los ejemplos más llamativos de esta identidad cultural es la fíbula de cono evolucionado, cuya distribución se limita a la zona cantábrica oriental. Otro motivo recurrente documentado en colgantes y placas decorativas es un círculo central con cuatro apéndices laterales, un diseño que podría tener un significado simbólico aún por determinar.
Estos hallazgos suponen un valioso testimonio del modo de vida y las relaciones sociales en la Edad del Hierro, ofreciendo nuevas líneas de investigación sobre la historia de las comunidades prerromanas de la región.
