El récord de la subasta de pasos de Sahagún alcanza los 2.013 euros

Sahagún volvió a vivir este domingo uno de los momentos más esperados del calendario cofrade local: la Subasta de Pasos. En un acto cargado de simbolismo y tradición, vecinos, devotos y curiosos se reunieron para pujar por el privilegio de portar las imágenes que procesionarán por las calles de la villa durante la Semana Santa, especialmente en el Viernes Santo, jornada clave con dos procesiones destacadas: la de la mañana, conocida como la Procesión de Los Pasos, y la del Santo Entierro por la noche.
La plaza fue escenario, un año más, de esta liturgia singular, en la que la emoción crece al ritmo de las pujas. El ritual comienza con la lectura de las normas por parte del tesorero de la cofradía, que recuerda quién puede participar y las condiciones para portar los pasos. Luego, los subastadores toman la palabra para iniciar la puja, comenzando con el emblemático paso de La Trompa, cuyo precio final fue de 15 euros. Con la frase tradicional —"¿Hay algún hermano o devoto que dé limosna por su Santa Lleva?"— se abría cada subasta, animando al público a ofrecer su aportación.
El paso más cotizado
El paso de La Soledad fue el más cotizado de la jornada, alcanzando los 2.013 euros. Otros pasos importantes como la Cruz Grande se adjudicaron por 353 euros, el Santo Cristo de los Entierros por 250 euros y el Santo Sepulcro por 200. Más modestos, pero no por ello menos simbólicos, se subastaron también El Bombo y Las Cruces Cortas por 5 euros cada uno, mientras que Las Banderas se adjudicaron por 50 euros.
El acto oficial
El acto no solo mantiene viva una costumbre que forma parte de la identidad de Sahagún, sino que también sirve como anticipo del ambiente solemne y devoto que marcará los días santos. La subasta no distingue entre vecinos o forasteros: cualquier persona, sea o no miembro de la cofradía, puede pujar por llevar uno de los pasos, perpetuando así una tradición que combina fervor religioso, compromiso popular y herencia cultural.
Con cada "buena a la una, buena a la dos, buena a la tres... que buen provecho le haga", Sahagún volvió a renovar su cita con la historia, reafirmando que la Semana Santa se vive, se siente... y también se gana a pulso, limosna a limosna.